Don Pablo Neftalí Cruz, una vida consagrada al béisbol y a la sociedad
Recientemente don Pablo Neftalí Cruz fue nombrado «Scout Internacional del Año» en el marco de las reuniones invernales de Grandes Ligas, celebradas en el Gaylord National Resort & Convention Center de National Harbor, Maryland, en el área de Washington.
A don Pablo lo admiro, no solo por su dilatada carrera como hombre de béisbol, sino también por la entrega incondicional por su patria y por su constante preocupación por formar niños y jóvenes en valores, principios y temor a Dios.
Don Pablo es uno de los seres humanos más nobles que existe sobre la faz de la tierra.
Don Pablo cumplió el pasado jueves 50 años de feliz unión matrimonial. Junto a su amada esposa ha procreado hombres que hoy son vivos ejemplos a seguir en nuestra sociedad.
En varias ocasiones en las cuales he tenido la oportunidad de entrevistarlo, don Pablo llora de la impotencia por la inversión de valores que afecta sensiblemente nuestra sociedad.
Cada día este gran dominicano lleva a cabo una labor altruista, filantrópica y titánica en favor de cientos de niños de escasos recursos y de notable carencia, tanto material como en lo que respecta a las mínimas condiciones para desarrollarse dignamente como seres humanos.
Ojalá a una figura de la estatura de don Pablo Neftalí Cruz nuestro país le reconozca en vida su invaluable aporte a nuestra sociedad y su gran legado.
Mientras en el exterior se desbordan en reconocimientos y elogios a este gran dominicano, en el nuestro lo maltratan.