Manuel Espinosa Rosario 
San Juan. Los ganaderos del país dejan de recibir mil 80 millones de pesos cada año en la comercialización de la leche que producen por la baja calidad del alimento, producto de la falta de infraestructuras higiénicas y la práctica de ordeño rudimentario.
Así lo explicó el ministro de Agricultura, Osmar Benítez, quien resaltó que corregir esas fallas es una prioridad del Gobierno.
Benítez precisó que muchos ganaderos ordeñan sus vacas al aire libre, dentro o fuera de sus fincas, pero previamente deben lavarse las manos y lavarles las tetas antes del ordeño, para que el alimento quede en la clasificación A, lo que obligaría a las empresas que la adquieren a pagar el precio máximo convenido.
Esas y otras observaciones fueron hechas por el ministro durante su quinto encuentro con ganaderos de esta provincia, a quienes les entregó cheques por valor de RD$10 millones para el mejoramiento de las infraestructuras físicas, en especial la edificación de decenas de salas de ordeño.
También entregó decenas de equipos, tales como cubetas, bidones en aluminio inoxidable, como parte de las acciones para reducir la contaminación que producen los ganaderos de la zona.
“La lecha sale de la ubre de las vacas ciento por ciento sin contaminación, pero los ganaderos ordeñan debajo de una enramada, con piso de tierra, se produce una brisa, levanta polvillo, la vaca con el rabo espanta las mocas, también produce polvillo, ensucia la ubre, al ordeñarla, sale la lecha de calidad B y C, ahí está la perdida”, expresó.
Benítez garantizó además que en el menor tiempo posible se construirán en el país unas 300 salas de ordeño, techadas, con piso de cemento, higiénicas, “con lo que tendremos que el 95% de la leche que se produzca en el país será clase A”.
