¡Bien por el Minerd y su nueva política de género!

¡Bien por el Minerd y su nueva política de género!

Millizen Uribe

La coherencia y la justicia implican reconocer, en justa medida, cuando las cosas están bien. Por eso, hay que felicitar al Ministerio de Educación (Minerd) por la valiente decisión que tomó, a través de su Orden Departamental 33-19, que «prioriza una política y perspectiva de género para la construcción de una educación no sexista entre los y las diferentes actores y actoras del sistema educativo dominicano».
La medida es súper acertada, porque la educación es una herramienta importantísima para la construcción de un país en el que no se sigan reproduciendo estereotipos de género en niños y niñas que provoquen que, de adultos, sean hombres que se sientan con el derecho y la facultad de matar mujeres, y de mujeres que sean tolerantes a la violencia.
La decisión del ministro y de las autoridades no es un invento, ni viene de la estratósfera, sino que su razón de ser se recoge en la Constitución dominicana, numeral 4 del artículo 39, sobre el derecho a la igualdad entre el hombre y la mujer. También en la Estrategia Nacional de Desarrollo y en acuerdos y pactos internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, número 4 y 5, que hacen referencia a educación equitativa e inclusiva.
Pero, y he aquí lo más importante, tiene como contexto social, un país en el que las conservadoras cifras oficiales dan cuenta que, sólo el año pasado, 88 mujeres perdieron su vida, su salud, sus derechos y sus sueños a manos de hombres violentos.
Por eso, a uno le duele que una decisión que comenzaría a revertir ese panorama mediante la educación y concienciación de los hombres y las mujeres del mañana, sea manipulada, tergiversada y sacada de contexto por un sector que se opone a la educación sexual científica, a la planificación familiar y a todo lo que huela a avance, a evolución, a libertad y a derechos de las mujeres.
Un sector que siempre se escuda bajo el oscurantismo y el discurso del miedo para evitar que la institucionalidad dominicana progrese y, que en esta ocasión, lo hace mediante el fantasma de la ideología de género, un nuevo «cuco» que se ha inventado, porque ese término no aparece en la ordenanza del Minerd.
No obstante, si vemos el tema objetivamente, enfocados en los datos, ¿a dónde nos ha llevado esta intransigencia histórica? A que República Dominicana sea uno de los países de la región con mayor tasa de embarazo adolescente, mortalidad materna y neonatal y de feminicidios. Entonces, definitivamente, hay que cambiar la estrategia.
Además, la vida, salud y derechos de las mujeres no pueden seguir siendo la carne de cañón para que un sector haga bembitas, ante la ineficiencia de su chantaje ideológico y político.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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