La erradicación de la pobreza extrema en República Dominicana se puede alcanzar por medio de mejoras en política fiscal y social, de acuerdo a un informe del Banco Mundial (BM), dado a conocer ayer.
El informe titulado “Política fiscal y redistribución en la República Dominicana” sugiere que con un gasto adicional del 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para duplicar las transferencias directas a los más pobres y lograr la cobertura universal de salud y educación pública incluso reformas administrativas, el país lograría elevar a todos los dominicanos por encima de la línea de la pobreza extrema.

Para superar ese desafío considera esencial revisar las políticas fiscales enfocándose en medidas administrativas para reducir la evasión de impuestos y disminuir la informalidad.
También sugiere una revisión de los subsidios a la electricidad para asegurar que beneficien a los que más lo necesitan.
Los detalles del informe fueron presentados por el representante residente del BM, Alessandro Legroteglie y los economistas de ese organismo internacional Giancula Mele y Blanca Moreno, durante un acto que contó con la asistencia del ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana.

El documento destaca que en las tres últimas décadas República Dominicana se ha situado entre las economías de mayor crecimiento en América Latina y el Caribe. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos considerables del Gobierno para aumentar el gasto social en los últimos años, una capacidad limitada de recaudación ha restringido el alcance de sus políticas manteniendo deficiencias en la prestación de servicios públicos que disminuyen su impacto en los niveles de pobreza y desigualdad.

“Uno de los principales retos para la República Dominicana es ampliar el espacio fiscal, manteniendo la progresividad del sistema”, dijo Legrottaglie.
En este contexto, consideró que el próximo Pacto Fiscal ofrece una oportunidad única para abordar reformas que fortalezcan la sostenibilidad fiscal y alcanzar mejores resultados de equidad y reducción de la pobreza.

El informe sugiere unas prioridades para cerrar la brecha de equidad, entre las que se destacan ·reformar el sistema de impuestos indirectos, concentrándose en las exenciones del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industriales y Servicios (ITBIS), el IVA principal de la República Dominicana, que beneficia mayormente a las clases media y alta y que supone el 3 por ciento del PIB del 2013.

También reestructurar los subsidios a la electricidad y programas como Bono Luz y Bonagás Hogar –poniendo atención a los que benefician a los más pobres.
En ese punto, el estudio arroja que el 81% del subsidio eléctrico es recibido por personas que no son pobres, no obstante representa 2.5 % del ingreso del mercado de quienes tienen menos de US$4.00 por día.
Resalta que la reducción de ese subsidio podría ser recompensada por un aumento del Bono Luz.
También plantea aumentar a los subsidios que benefician a los pobres, tales como Comer es primero, Incentivo a la asistencia escolar y a los servicios de salud, evitando crear nuevos.

·Por igual, continuar la ejecución de las recomendaciones del Pacto por la Educación para mejorar su calidad.
Con relación a este tema, el estudio indica que “el rápido incremento del gasto en educación observado entre 2011 y 2013 parece haber sido progresivo”.
En cuanto a la salud, indica que la distribución de gastos en este servicio fue más progresiva que para la educación, pero los recursos limitados mitigaron su impacto redistributivo.

El informe indica que algunos países comparables han logrado una mayor reducción de la desigualdad recaudando grandes cantidades de impuestos y reinvirtiéndolos en programas sociales y servicios públicos.
Esto sugiere que con medidas similares, República Dominicana podría tener un mayor impacto social y reducir la desigualdad que todavía persiste en el país a pesar de los grandes logros económicos.

Durante su intervención en la presentación del informe del BM, el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo dijo que “el análisis del Banco Mundial confirma que la República Dominicana va por el buen camino, limitado solo por los logros en términos sociales, y contribuye con nuestro plan en este nuevo período de implementar reformas destinadas a una mejora en la prestación de los servicios públicos a la población y hacer más equitativo el crecimiento económico”.