Durante cincuenta años de unión don Nicolás Grullón Alba y doña Estela Altagracia Ubiñas han demostrado que con amor, comprensión, fe, paciencia, perseverancia y tolerancia es posible un matrimonio duradero.
Y con estas buenas razones celebraron junto a familiares, amigos y relacionados sus bodas de oro.
Sus hijos Nicolás Enrique y Melba, agarrados de manos, se dirigieron a sus padres para felicitarles y a los asistentes para agradecerles su presencia, manifestando su emoción al ver cumplido este sueño.
Desde las invitaciones hasta la carpa, la decoración, las flores, luces y el bufé, cada detalle dejó plasmado el esmero y dedicación con que se planificó la celebración de esta boda de oro.