Brasilia. Cuando faltan tres semanas para la primera vuelta de las elecciones en Brasil, se mantiene en duda la participación en lo que resta de campaña del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien lidera los sondeos pero convalece de una cuchillada que sufrió durante un mitin.
Bolsonaro, favorito para la primera vuelta de los comicios que se celebrará el 7 de octubre, dejó ayer la unidad de terapia intensiva de la clínica Albert Einstein, donde permanece desde hace diez días, pero los médicos no informaron sobre una posible alta ni sobre futuras restricciones cuando deje el hospital. Según los médicos, fue trasladado a “cuidados semiintensivos”, presenta “una buena evolución clínica” y no ha tenido fiebre, aunque es alimentado “exclusivamente” por vía endovenosa y recibe atención contra posible “trombosis venosa”, así como continúa con tratamiento de “fisioterapia respiratoria y motora». Las encuestas le atribuyen una intención de voto del 26 %.
Por otra parte, Bolsonaro afirmó ayer que si el Partido de los Trabajadores (PT) vuelve al poder el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, será indultado y nombrado ministro. Bolsonaro abundó en críticas tanto al PT como al nuevo abanderado de ese partido, Fernando Haddad, sustituto de Lula como candidato una vez que éste fue vetado por su situación jurídica. “Si Haddad es elegido presidente firma el indulto de Lula y lo nombra ministro”, aseguró.