William Ozuna, presidente de la Federacion Dominicana de Pesas, lloró en esta ciudad tras presenciar el triunfo de su atleta Zacarias Bonnat, que se alzó el pasado domingo con la medalla de oro y bronce en los 85 kilos, en los Juegos de Barranquilla.
Y no era para menos. Le invadieron muchos recuerdos de entrega, sacrificio, penurias, precariedades, pero el deseo de conseguir un futuro hizo trizas a esos caminos que vienen superándose.
Ozuna afirmó a HOY que está feliz por la actuación hasta ahora de los atletas de la Federación Dominicana de Pesas y de las demás federaciones amigas que han venido teniendo un gran desempeño y todavía falta un gran tramo por jugar.
Indicó que el atleta Zacarías Bonnat viene de un pueblito de Bayaguana con una historia humana que es digna de contar. «Él tiene un gran deseo de triunfar en la vida y de tener una mejor y lo va a conseguir porque es consagrado», dijo Ozuna.
Sentenció que apenas tiene 22 años y tiene mucho que aprender en las pesas, en el deporte y en el diario vivir. Zacarías tuvo hace menos de 12 meses, en el 2017, dos serias operaciones, por malformación congénita, en los intestinos, que por poco le provocaron la muerte.
«Estaba con el equipo de Pesas en Miami y un día antes de la competencia me dio un fuerte dolor abdominal y me tuvieron que operar de emergencia, sentía un fuerte dolor y temí por mi vida», dijo el atleta de 22 años al conversar con redactores de HOY, luego de ganar el oro y la plata.
Subrayó que fruto de ello no pudo competir en ese Torneo Panamericano y al llegar a Santo Domingo, días después, hubo que operarlo de nuevo para hacer algunas correcciones.
«Eso me motivó a darlo todo en este deporte y miren los resultados, no ha sido fácil, pero tengo el apoyo de mi Federación de Pesas, del COD, del Ministerio de Deportes y del Creso, que nunca me han desamparado», precisó.
Bonnat narra su vida
El nativo de Bayaguana tiene dos hermanos, una hembra mayor que él, y un menor. Estudia en el Liceo Morayma Veloz en Bayaguana. Indicó que un día su entrenador en Bayaguana, Daniel Bibieca, lo puso a entrenar Pesas y él para trabajar su cuerpo accedio, pero luego le gustó.