Brasil corteja a Estados Unidos en medio de una guerra por acero

Brasil corteja a Estados Unidos en medio de una guerra por acero

R.T. Watson

La asediada industria del acero de Brasil se encuentra en una ofensiva de seducción contra funcionarios estadounidenses cuyas medidas antidumping están reduciendo los envíos en momentos en que la economía de Brasil se encuentra en la peor recesión en un siglo.

El mes pasado, Estados Unidos impuso un arancel de 34 por ciento sobre algunas importaciones brasileñas en uno de una serie de casos presentados por los productores estadounidenses en medio de excedentes globales.

Esto impulsó al ministro de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, Armando Monteiro, a reunirse con funcionarios en Washington.

“Hay denuncias de que los subsidios existen”, dijo Monteiro. “El gobierno brasileño no cree que se esté subsidiando al mercado local”.

Si bien declinó dar detalles sobre su reunión con el representante de Comercio de los Estados Unidos, Michael Froman, Monteiro dijo que Brasil espera una coordinación más bilateral con respecto a cuestiones del acero.

El país sudamericano quiere diferenciarse de los demás que inundan el mercado y planea trabajar en conjunto con los Estados Unidos para abordar la sobrecapacidad en foros internacionales como las reuniones que se están llevando a cabo esta semana en Bruselas.

Dijo que no hay una solución fácil en tanto “todos los países están adoptando políticas proteccionistas”.

Problemas económicos. Para los productores brasileños como Gerdau SA y Cia. Siderúrgica Nacional SA, las todavía optimistas industrias automotriz y de la construcción ofrecen una manera de compensar la urgente situación local.
El crecimiento impulsado por el consumo en Brasil ha perdido ímpetu, el boom de las materias primas se terminó hace rato y los exportadores no pueden esperar mucha ayuda por parte de una economía china en desaceleración.

Al mismo tiempo, un exceso de capacidad sin precedentes en China está amenazando a los productores de acero a nivel mundial, dijo en un informe la semana pasada Wiley Rein LLP, una firma legal con sede en Washington que representa a los productores de acero de los Estados Unidos en casos de intercambio.

El excedente empeorará en tanto las productoras chinas aumentan un estimado de 103 millones de toneladas de capacidad entre 2016 y 2018, dijo la compañía.

Los envíos de algunos productos de acero de China a los Estados Unidos cayeron luego de que el Departamento de Comercio impuso castigos preliminares de hasta 266%

En el caso de Brasil, los envíos de acero laminado a los Estados Unidos probablemente caigan 4 millones de toneladas como resultado de los aranceles, de un total de 14 millones de toneladas el año pasado, de acuerdo con el Instituto del Acero de Brasil.

Estados Unidos ha agrupado injustamente a los productos de acero de bajo costo de Brasil con los de otros países como China, en parte bajo la suposición de que Brasil subsidia a su industria, dijo Marco Polo de Mello Lopes, que dirige el instituto. Y busca reinstalar las exenciones fiscales para ayudar a impulsar una caída en los precios.

“Le aseguro, como Monteiro le aseguró al gobierno estadounidense, que no hay subsidios para las exportaciones de acero de Brasil”, dijo.
Aunque no se ha formalizado nada definitivo entre Estados Unidos y Brasil, Monteiro está conforme de que el diálogo haya comenzado.

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