La Dirección General de Impuestos Internos está ejecutando un programa muy interesante a fin de crear conciencia en los niños y niñas acerca de la necesidad y los beneficios de los impuestos.
Para esos fines, dicho organismo gubernamental se vale de algunas estrategias, como son las historietas, juegos similares al monopolio y de otros instrumentos de modo que, de manera divertida, desde temprana edad se aprende que los impuestos son necesarios para el desarrollo de los pueblos y el bienestar de la ciudadanía.
A mí, particularmente, me gustó ese método, independientemente de que en muchas oportunidades cuestione el destino que desde las esferas gubernamentales se le dé al dinero que pagamos en gravámenes.
Pienso que si ese modelo que aplica la DGII se copiara en otras áreas disfrutaríamos de un país más sano en todos los aspectos, aunque se beneficien más las futuras generaciones.
Tenemos el eterno problema de la energía eléctrica, que se agudiza más cada día. ¡Qué bueno sería que los niños y niñas desde el hogar y desde la escuela fueran educados acerca de la necesidad de ahorrar energía, de que no se debe hacer fraude y de que su consumo hay que pagarlo!
Lo mismo podría aplicarse al agua, al cuidado del medio ambiente y a las comunicaciones, solo para citar algunos casos.
En Puerto Rico pude constatar que el organismo similar a la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de aquí trabaja en ese sentido y que tiene libros para colorear y elabora otras publicaciones dirigidas a los más pequeños.
¿Por qué aquí no nos animamos e imitamos a la DGII?