Un equipo de funcionarios de Argentina inició ayer las reuniones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para cerrar un nuevo acuerdo que contemple el adelanto de los recursos establecidos en un pacto anterior, en un intento por superar las turbulencias financieras que sacuden al país.
Argentina anunció el lunes que aplicará un nuevo impuesto a las exportaciones y recortará gastos para reducir su déficit fiscal, en medio de una alta inflación y una creciente recesión que generan cada vez más descontento con el presidente Mauricio Macri.

Ante la crítica situación, el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, viajó a Estados Unidos para buscar que el FMI adelante los recursos a fin de asegurar el financiamiento del país hasta 2020.

Funcionarios del FMI dijeron que aún es demasiado pronto para conocer los detalles de un nuevo programa económico y señalaron que Dujovne y la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, se reunirán en Washington.

Los funcionarios esperan que las conversaciones se prolonguen «unos días», mientras que un portavoz de Dujovne comentó que el ministro tiene planeado retornar hoy a Argentina.
Un nuevo acuerdo debería ser aprobado por el directorio del FMI, que podría reunirse en cualquier momento.

«Con el programa anterior, nosotros percibíamos que el financiamiento disponible y el déficit que estábamos procesando para el año que viene era el adecuado, pero luego se profundizó la sequía de fondos en los países emergentes», comentó Dujovne el lunes.

En junio, luego de las primeras turbulencias financieras, Argentina acordó con el organismo una línea de préstamo por 50 mil millones de dólares. Pero el derrumbe del peso se profundizó en las últimas semanas y ayer la moneda local cotizaba a 39 unidades por dólar, acumulando una devaluación de casi 50% en 2018.

Mario Quintana, que hasta el lunes oficiaba de coordinador del equipo económico, abandonó ayer al Gobierno.