El Ministerio de Energía y Minas y el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) firmaron ayer un convenio para trabajar en un proyecto de elaboración de briquetas, que serían utilizadas en sustitución del carbón vegetal.

La briqueta es la compactación de una biomasa como hojas, papel, corteza de árboles o desechos para ser utilizada como fuente de carbón para sustituir el uso del carbón vegetal.

El ministro de Energía y Minas, Pelegrín Castillo, dijo que en el país hay 250 mil familias que consumen leña y carbón para cocer sus alimentos.

Apuntó que el ministerio va a estudiar la factibilidad económica de ese proyecto que está a cargo del IIBI.

“Para el ministerio es una prioridad tratar de que estas familias excluidas de muchos servicios básicos del Estado tengan la posibilidad de consumir energía sobre la base del uso de diversas tecnologías como el digestor, biomasa, solar, entre otras”, afirmó Castillo.

Dijo que por tal motivo está llevando a cabo una serie de alianzas con diferentes instituciones entre las cuales se destaca el IIBI.

Resaltó que el IIBI tiene mucho conocimiento sobre el tema de biotecnologías y el papel de Energía y Minas es sacarlo para el beneficio de la sociedad de manera progresiva y masiva.

Anunció que en los próximos días celebrarán el foro “Frontera de energía y minería” con la vecina Haití, donde analizarán todas las posibilidades de la energía en la zona fronteriza.

Explicó el funcionario que este esfuerzo de nación es una fuente de riquezas y en la medida en que se incorporen más personas a la producción de energía con ofertas sostenibles será mejor para todos.

Castillo dijo que hay una realidad en la isla muy seria sobre la demanda de leña y carbón, sobre todo en Haití que es alta.

Explicó que para buscar esas fuentes alternativas de energía está realizando alianzas estratégicas y luego involucrará la inversión pública necesaria para crear un producto que se pueda hacer por las propias comunidades.

En tanto la directora del IIBI, Bernarda Castillo, explicó que con el proyecto de las briquetas enseñarán a las comunidades cómo fabricarlas y de esa manera contribuyen a la conservación de los bosques, parques y sistemas montañosos del país.

Manifestó que con esta labor las comunidades podrán generar recursos económicos por la venta de estos productos, además de mejorar su calidad de vida.

Otro de los beneficios es que la materia prima se encuentra en abundancia y no perjudica a la naturaleza.