Calcificaciones   mamarias

Calcificaciones   mamarias

No necesariamente cáncer
Las calcificaciones de los conductos mamarios pueden ser de distintos tipos y orígenes, en cualquier caso es importante descartar e  identificar para una eficaz solución del diagnóstico.

Las calcificaciones mamarias son comúnmente un hallazgo del screening radiológico en mujeres asintomáticas.

En la gran mayoría de los casos son la representación radiológica de procesos benignos inherentes a los distintos estadíos evolutivos por los que transcurre la glándula mamaria a lo largo de la vida.

Así podemos encontrar calcificaciones de secreción láctea, depósitos de calcio en procesos de ectacia ductal, calcificaciones vasculares, cutáneas, fibroadenomas antiguos calcificados, etc.

Sin embargo, la capacidad diagnóstica que ofrece en nuestros días el control mamográfico, ha permitido acceder al manejo de las lesiones no palpables (aquellas que miden menos de 1 cm.) clásicamente divididas en formaciones nodulares (sólidas o quísticas), zonas de desestructuración del tejido mamario y calcificaciones.

El estudio de la biología del cáncer de mama, nos permite hoy saber que la mayoría de los cánceres clínicamente palpables, 1 cm o más, han experimentado aproximadamente treinta tiempos de duplicación y contienen mil millones de células.

Incluso el cáncer de mama mínimo, menor o igual a 0,5 cm., considerado en fase temprana, ha experimentado veintisiete tiempos de duplicación y representa un tumor tardío desde una perspectiva biológica.

A pesar de existir una gran cantidad de factores pronósticos postulados y en líneas de investigación, la supervivencia de las pacientes con C. A. de mama está directamente relacionada con el tamaño del tumor al momento del diagnóstico y con el compromiso de los ganglios axilares. El diagnóstico temprano mejora significativamente el pronóstico de la paciente y posibilita intervenciones quirúrgicas estéticamente aceptables, mejorando consecuentemente su calidad de vida.

Es así como el reconocimiento y caracterización de las calcificaciones se transforman en una de las herramientas más útiles para lograr detectar precozmente la patología de la glándula mamaria.

Tipos de calcificaciones
Típicamente benignas, cutáneas, vascular, grosera o popocornlike, en vara larga, redondeada (<1mm), esférica o centrolúcida, aro o en cáscara de huevo, calificación láctea, sutura, distrófica, puntiforme (< 0,5 mm), tipo intermedias, amorfas o indiferenciadas (redondeadas o en escamas).

Alta probabilidad de malignidad
Pleomórficas o Heterogéneas (granulares): ni típicas ni malignas, más llamativas que las amorfas, variando en sitios y formas. 

La  clave

1.  A tomar en cuenta
Es posible ver macro o microquistes lácteos en donde se manifiesta el calcio en su interior, éstos presentan una imagen más densa en el centro y se requiere para su caracterización una mamografía de perfil estricto (90 grados), en la cual esta imagen de mayor densidad podrá ser vista en la base del quiste.  Otras raras causas de calcificaciones pueden ser  las calcificaciones de mujeres con anomalías del metabolismo del calcio. 

Las calcificaciones asociadas con patología maligna pueden aparecer solas o asociadas a distorsión del parénquima o a una masa. Las microcalcificaciones pueden estar asociadas a un carcinoma in situ puro, con componente invasivo o predominantemente carcinoma invasor. La mayoría de los autores clasifican el grado de sospecha de las microcalcificaciones según su morfología y forma de agruparse, siendo de mayor grado de sospecha las lineales o ramificadas.

La mama
Desde que sentimos la mínima protuberancia en la mama se piensa lo peor, sin embargo puede tratarse de una condición beninga o tratable, lo importante es realizar un buen diagnóstico para aplicar el tratamiento correcto.

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