
Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, con representantes de la Universidad de la Tercera Edad, doctor José Nicolás Almánzar Rector Fundador, doctora Rhina de los Santos Vice-rectora Académica, licenciada Victoria Jerez Decana de Educación, licenciado Jorge Luis Segura Decano de Ciencias Económicas y el licenciado Marino González Decano de Ciencias Jurídicas. Hoy/ Aracelis Mena 22/08/2018
La Universidad de la Tercera Edad (UTE) es una institución de excepción porque basa su metodología pedagógica en la profesionalidad y en la ética, le brinda a los expulsados del sector productivo la oportunidad de ser emprendedores y generar ingresos que les permitan mejorar su calidad de vida, y le tiende la mano a los privados de libertad que quieren reinsertarse en la sociedad cuando salgan de prisión.
Con esas consideraciones las principales autoridades de la UTE explicaron los valores que cimentan a esa casa de estudios que, no persigue masificación, sino darle a la sociedad los profesionales que esta requiere.
El doctor José Nicolás Almánzar, rector y fundador, afirmó en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio que los profesionales que egresan de esa universidad tienen la facilidad de insertarse en el sector laboral.
Aseguró que el método andragógico que utilizan permite que los estudiantes reciban una formación de alta calidad, y destacó que las autoridades de la UTE prefieren una baja matriculación porque la masificación muchas veces compite con la calidad.
Por eso solo 3,014 estudiantes reciben docencia en los recintos de Santo Domingo y Santiago.
Sobre el particular la vicerrectora académica, doctora Rhina de los Santos, explicó que “al ser una universidad no convencional, el estudiante es el centro del proceso de orientación y aprendizaje, mientras en las universidades tradicionales el modelo es enseñanza aprendizaje”.
“La Universidad de la Tercera Edad aplica un método de enseñanza muy riguroso, y las clases se dan con mucha interacción, y en un aula no tenemos más de 20 estudiantes, de manera que es imposible la masificación y así damos más calidad en los contenidos que ofrecemos”, expresó De los Santos.
Oportunidad de crecer. Una de las características del mercado laboral dominicano es que prescinde de los empleados de mediana edad, lo que muchas veces representa una tragedia para los profesionales que aún tienen mucho que dar.
Ese planteamiento es de Jorge Luis Segura, decano de Ciencias Económicas de la Universidad de la Tercera Edad, quien destacó que esa universidad se convierte en la esperanza de los que atraviesan por esa situación.
“Ante esta situación en los últimos tres años hemos insistido en insertar asignaturas como emprendurismo para dar respuesta a una inquietud que es recurrente en nuestra matrícula de estudiantes en la universidad».
No se trata del perfil del estudiante de las universidades tradicionales, sino que son personas con una edad que rechaza el sistema empresarial dominicano como parte del activo laboral, entonces el adulto ingresa a la universidad para iniciarse con su proyecto propio, destacó Segura.
Becas a privados de libertad. A través del Programa de Responsabilidad Social Universitaria la UTE ofrece clases gratuitas a 500 reclusos internos en las cárceles de Najayo, San Pedro de Macorís y Moca, que forman parte del nuevo modelo penitenciario.
Los docentes de la universidad se trasladan semanalmente a esos recintos a impartir, principalmente, Derecho, Educación y Psicología Clínica.
De los Santos expresó que el programa se aplica en coordinación con el Ministerio Público y con la Fundación por los Derechos de la Mujer.
Los internos ingresan al programa de estudios luego que se les aplican una serie de pruebas de aptitud que validen sus condiciones académicas, destacó De los Santos al resaltar que la mayoría de los estudiantes son mujeres.
Los primeros 35 internos que concluyeron sus carreras se graduarán en diciembre de este año.