Cambio clima amenaza a la flora  y la fauna de ALt

Cambio clima amenaza a la flora  y la fauna de ALt

 BOGOTA, (EFE).- El cambio climático y la acción humana ponen en riesgo la existencia de muchas especies de flora y fauna en América Latina, advirtieron organizaciones ecologistas al celebrarse hoy el Día Internacional de la Biodiversidad.    La Organización de las Naciones Unidas (ONU), que instituyó la conmemoración, denunció que cada día desaparecen en el mundo 150 especies, y calcula que se ha perdido un tercio de la riqueza natural del planeta.

   En Latinoamérica, una de la regiones con mayor biodiversidad en el mundo, las reservas naturales, como la Amazonía, sufren las consecuencias de la tala ilegal e indiscriminada de árboles, la quema de enormes extensiones de tierras para la siembra y los efectos devastadores del cambio climático.

   El impacto del cambio climático en la biodiversidad es tal que la ONU determinó que el tema central para las celebraciones de hoy sea «Cambio Climático y Diversidad Biológica».

   Según la ONU, «la diversidad biológica está disminuyendo a un ritmo sin precedentes y ello, a su vez, menoscaba gravemente la capacidad del planeta para albergar vida».

   El secretario ejecutivo de la Convención para la Diversidad Biológica de la ONU, Ahmed Djoghlaf, explicó que no existe ninguna duda de que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son «las dos caras de la misma moneda» y que es consecuencia de la actividad humana.

   «Estamos en presencia de la mayor oleada de extinciones desde la desaparición de los dinosaurios», dijo Djoghlaf. 

   Una de las consecuencias del impacto del cambio climático en la biodiversidad es «un ‘boom’ del mosquito de la malaria», según el coordinador técnico del proyecto ambiental de la estatal brasileña Petrobras en el Amazonas, Fernando Pellón de Miranda.    Brasil y Colombia ocupan, en ese orden, los dos primeros lugares en biodiversidad a nivel mundial, lo que en parte se debe a que tienen extensas áreas de la Amazonía, un territorio de seis millones de kilómetros cuadrados que comparten con Bolivia, Ecuador, Guayana, Perú, Surinam y Venezuela.

   Esta selva tropical alberga el 60 por ciento de las formas vivas del planeta, y se calcula que aún no se ha descubierto el 70 por ciento de esa riqueza natural, según un estudio del Instituto de Investigaciones de la Amazonía, de Brasil.

   Las amenazas a la riqueza biológica latinoamericana también fueron apuntadas por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, de Colombia.    Científicos del Von Humboldt señalaron que una de cada diez especies de fauna y flora que habitan en Colombia «corren un altísimo riesgo de sufrir extinciones masivas,  principalmente por la destrucción de hábitats por deforestación y por contaminación».

   Una de las consecuencias del cambio climático en la biodiversidad puede verse en el aumento de la temperatura del mar y los daños a los ecosistemas de manglares, lo que afecta a todas las especies marinas, advirtió Alejandro Oliveira, de Greenpeace en México.

   «Cada año, los cambios en el clima y sus consecuencias ejercen tal presión en los ecosistemas tanto terrestres como marinos que los obliga a replantear las estrategias de subsistencia y reforzar su capacidad adaptativa», dijo Joel Pérez, especialista en tecnología del tiempo y clima del Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe, con sede en Panamá.

   Para evitar un deterioro mayor de la biodiversidad, algunos gobiernos y ONG han tomado iniciativas destinadas a proteger su riqueza biológica.

   El gobierno de Ecuador declaró el mes pasado a las islas Galápagos en situación de riesgo y s coordina con la UNESCO un programa para solucionar las   amenazas a la conservación de la vida en este archipiélago,  Patrimonio Natural de la Humanidad.

   En Uruguay, el gobierno se fijó como prioridad para el período 2006-2010 la implementación del sistema nacional de áreas protegidas.  Perú y Ecuador suscribieron una declaración para detener la pérdida de la biodiversidad.    Paraguay aprobó en 2004 la ley de «Deforestación cero», Argentina implantó un programa de lucha contra la desertificación, y organizaciones regionales, como la Comunidad Andina (CAN) y el Mercosur han incluido en sus marcos legales estrategias para preservar la biodiversidad.

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