Cambio climático y salud

Cambio climático y salud

La relativa estabilidad planetaria ha permitido a las aves desarrollar el sensorio circadiano, gracias a ello el gallo nos anuncia con su canto la madrugada, mientras que el tierno ruiseñor nos deleita todas las mañanas con su melódico trinar. Músicos europeos del período barroco en los siglos XVII y XVIII se inspiraron en el uniforme movimiento terrestre sobre su eje y alrededor del sol, lo que inmortalizaron con Joyas sonoras, tales como Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi. Toda esa hermosa y romántica armonía en la naturaleza se ve hoy globalmente amenazada. El semanario científico del nordeste estadounidense The New England Journal of Medicine trae en la última semana de abril de 2017 una reseña de la reunión celebrada en el Centro Carter de Atlanta, Georgia, el 16 de febrero de 2017, titulada Los cambios Climáticos y la Salud. La misma estuvo encabezada por el pasado vicepresidente norteamericano Al Gore. La consigna del evento fue “La salud es la cara humana del cambio climático”. Se contó con la selecta asistencia de trescientos hombres y mujeres intelectuales y de 25 expertos conferencistas.
Advierten los autores David Hunter, Howard Frumkin y Ashish Jha en el artículo Medicina Preventiva para el Planeta y sus Pobladores que los mayores efectos dañinos causados por el calentamiento global los experimentarán las naciones pobres que no tienen como amortiguar los inusuales prolongados períodos de sequía, lluvia, inundaciones, huracanes y terremotos fuera de serie. Las intensas y permanentes olas de calor veraniego ponen en peligro la vida de ancianos, niños y pobres indefensos. Las elevadas temperaturas aumentan los niveles de ozono, lo cual agrava la función pulmonar, empeorándose los pacientes asmáticos y cardíacos. Las intensas lluvias ahogan personas y animales domésticos, barren con la agricultura y destruyen las vías de comunicación. Las inundaciones dejan sus secuelas de leptospirosis y las enfermedades infecciosas de origen hídrico como lo son el Cólera, Tifoidea y Shigellosis, entre otras.
La cadena alimentaria se afecta al reducirse la producción agrícola, la ganadería y la pesca. El acaloramiento genera intolerancia en la conducta social. Las personas se tornan mas agresivas y violentas cuando hace mucho calor. Datos epidemiológicos recogidos demuestran que los extremos de temperatura humana generan niveles de estrés y ansiedad que empeoran la depresión y otras afecciones mentales. ¿Cómo preparar la humanidad contra el calentamiento global? El manejo del daño presente consiste en elaborar estrategias de prevención del agravamiento del estado de salud de los grupos más vulnerables de la población. La construcción de viviendas debe ser planificada evitando edificar en las zonas bajas de drenaje natural. Más importante resulta la prevención primaria buscando fuentes de energía limpia que reduzcan al mínimo la generación de contaminantes ambientales. China y Estados Unidos son líderes en emisión de gases tóxicos. Urge el rediseño de las ciudades para que sus habitantes puedan caminar libres y seguros, trasladarse en bicicletas, o en colectivos de baja emisión tóxica. La reforestación ha de ser política permanente. Se recomienda evitar el desperdicio de alimentos y se debe promover el uso de envases reciclables.
Salvando nuestro planeta de los efectos del calentamiento global, mediante la reducción de la emisión de gases combustibles, no solamente estaremos curando a la madre tierra, sino que concomitantemente habremos evitado la desaparición de sus hijos actuales y de las próximas generaciones.

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