La intermedia es una posición muy importante en el cuadro interior de cualquier equipo de las Grandes Ligas.

La República Dominicana ha tenido grandes representantes de esta posición y dos de ellos han sido Luis Castillo, que ya está fuera del béisbol, y el segunda base de los Yanquis de Nueva York, Robinson Canó.

En el caso de Castillo, debutó con los Marlins de Florida en la temporada de 1996, con credenciales de un hombre que hacia gran contacto, un buen bateador y un defensor de calidad.

En sus 15 años en Grandes Ligas, Castillo bateó por encima de .300 en siete oportunidades, siendo su mejor campaña la del 2000, con los Marlins, cuando bateó para .334.

Castillo, además, fue un gran robador de bases, logrando dos títulos de estafas en el viejo circuito, antes de que sus rodillas comenzaran a fallarle por el prolongado juego en la grama sintética tanto de Florida, como de Minnesota.

Además, la defensa de Castillo estaba por encima del promedio, con tres Guantes de Oro para reconocer el trabajo en la posición número cuatro.

Castillo, además, fue reconocido con tres participaciones en el Juego de Estrellas en sus años de mayor relevancia.

Su paso a los Mets  de Nueva York, sin embargo, afectó considerablemente su reputación.

A pesar de haber bateado por encima de .300 en una oportunidad con los Mets, los problemas de salud golpearon duro al nativo de San Pedro de Macorís hasta que fue dejado libre en la primavera del 2011 y se quedó sin trabajo a pesar de haber sido contratado momentáneamente por los Filis de Filadelfia como prueba primaveral.

A la fecha, Castillo se encuentra en un virtual retiro a pesar que se encontraba bajo contrato con los Metropolitanos para el 2011.

Del otro lado aparece Canó, un jugador totalmente diferente a Castillo, con una coincidencia en que ambos juegan como intermedistas y que ambos han jugado en la Gran Manzana.

Desde que llegó al equipo grande de los Yanquis en el 2005, Canó demostró unas condiciones ofensivas sobresalientes y envidiables.

En esa primera campaña, en la que quedó segundo en las votaciones para el premio al Novato del Año, Canó tuvo un promedio de bateo de .297, con 14 cuadrangulares y 62 remolcadas.

Esos 14 jonrones de su primer año, representaron la mitad de todos los que consiguió Castillo en sus 15 años militando en la Gran Carpa.

Con solo siete temporadas en la liga (aun no completas pues se encuentra jugando su séptimo año), Canó ha bateado cuatro veces por encima de .300 y se encuentra en camino a su quinta campaña de ese tipo.

En solo su segunda temporada en las mayores, deslumbró con un promedio de .342, escalando a la cima del estrellato con el equipo más significativo de los últimos tiempos.

En el 2009, Canó fue una figura importante en el campeonato neoyorquino, cuando bateó para .320, con 25 jonrones y 85 remolcadas en la temporada regular y siguió productivo tanto en la defensa como con el madero en los playoffs.

En dos ocasiones ha pasado de 25 vuelacercas y ya superó las 100 impulsadas en una oportunidad, precisamente la pasada campaña, cuando estableció marcas personales en jonrones (29) y remolcadas (109).

Canó ya tiene tres visitas al Juego de Estrellas y su defensa se ha pulido al punto de que el año pasado fue reconocido con un Guante de Oro.

Además, su fino bate lo ha llevado a conquistar dos Bates de Plata.

En la actualidad, Canó es considerado como el mejor intermedista de la Liga Americana, por encima de su colega de los Medias Rojas de Boston, Dustin Pedroia, y se pelea por el puesto al mejor segunda base de las mayores con Chase Utley, de los Filis de Filadelfia.

Canó, además, es considerado como la principal figura de los Yanquis, por encima de nombres como los de Mark Teixeira, Alex Rodríguez y Derek Jeter.

Por eso, sin lugar a duda alguna, podemos decir que entre Luis Castillo y Robinson Canó, éste último ha sido mejor intermedista en las mayores a pesar del poco tiempo que tiene en comparación con Luis.

Las claves

1.  Mejor bate

Aunque ambos han registrado promedios de bateo elevados en su paso por las mayores, Canó en poco tiempo ha demostrado que es un bateador más fino que Castillo.

2.  Más poder

Los números de poder que presenta Robinson Canó son impresionantemente superiores a los de su contraparte, logrando en solo cinco años, multiplicar por cinco los números alcanzados por Castillo en sus 15 temporadas en términos de cuadrangulares.

3.  Buena defensa

Aunque se puede decir que Castillo fue más sensacional con el guante y en el plano defensivo global, Canó ha trabajado para convertirse en un excelente intermedista, que ya ha ganado un Guante de Oro.

4.  Muy popular

Canó ya igualó a Castillo en visitas al Juego de Estrellas, con tres por cabeza.