El banco central de Argentina está intentando reforzar sus reservas internacionales de US$57.600 millones para mitigar riesgos generados por la creciente acumulación de Lebacs, como se conocen los títulos de corto plazo emitidos por la entidad.
Altos funcionarios de la institución presidida por Luis Caputo conversaron en las últimas dos semanas con entidades financieras internacionales para obtener préstamos o líneas de crédito de corto plazo y reducir su deuda en pesos, según personas familiarizadas con las negociaciones.
Las tratativas tienen lugar a menos de dos meses del primer desembolso de asistencia financiera del Fondo Monetario Internacional el 22 de junio.
“Hay claras restricciones con el programa del FMI y las reservas internacionales netas son bajas, por lo que cualquier liquidez alternativa en dólares proporcionaría un colchón útil”, dijo Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija de Latinoamérica para Nomura Securities International, en entrevista con Bloomberg News, el martes.
El ente emisor enfrenta el 15 de agosto el vencimiento de 528.000 millones de pesos argentinos (US$19.000 millones) en Lebacs. En su comunicado del martes pasado, el BCRA aseguró que llevará adelante su política monetaria “en un contexto de reducción gradual del stock de LEBAC”.
Hasta ahora, el BCRA apuntaría a las siguientes alternativas de financiamiento:
El primer vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañonero, habría viajado a Suiza a fines de julio para reunirse con Agustín Carstens, presidente del Bank for International Settlements (BIS). Activar una línea de crédito de contingencia pudo ser parte de las conversaciones, dijo una de las personas consultadas, quien declinó ofrecer detalles por su confidencialidad.
El BIS otorga estos créditos a bancos centrales que necesitan reforzar su liquidez para enfrentar una demanda puntual de divisas en el mercado. Son créditos a corto plazo, por lo general a menos de un año.