Al cierre de esta edición, las juezas del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional no habían fallado sobre el caso contra el empresario canadiense Antonio Carbone, quien se dice propietario de Dream Casinos, acusado de intento de asesinar a Fernando Báez, exadministrador en la empresa de juegos.
Uno de los vehículos de Báez fue quemado en diciembre de 2014.
El fiscal Milcíades Guzmán, que pide pena máxima, aseguró que este caso no era solo una tentativa de asesinato, que atribuye al extranjero como autor intelectual, sino un intento fallido de una gran mafia.

Pero Carbone, al hablar ante las juezas, aseguró que es una conspiración, producto de las mentiras de Báez, quien se alió a otros para despojarle de sus casinos y que una muestra era que pasó de ser su empleado a ser un codueño.

Dijo que los dos años y siete meses que lleva en prisión han sido los peores de su vida.
Carbone guarda prisión preventiva desde el 26 enero de 2015 y en enero de este año el juez Rafael Pacheco, entonces presidente del tribunal, decretó el cese de la prisión preventiva por haberse vencido ventajosamente el plazo, pero la libertad nunca fue ejecutada.