El carpaccio se está volviendo un aperitivo muy popular entre los dominicanos. Desde hace un tiempo, se percibía como este plato tradicional de la cocina italiana, pero ya forma parte de los menús de restaurantes y de los bocadillos principales de encuentros formales, fiestas, bodas y cumpleaños.
Esta exquisitez se elabora a base de finas láminas de carne o pescado crudo, aderezadas con aceite de oliva, zumo de limón, sal y pimienta, acompañado de lascas de queso parmesano.
Aunque la receta base era con carne de res, este plato se ha popularizado tanto que hoy se elabora con cualquier alimento que se presente crudo o marinado, cortado en láminas finas y acompañado de un aliño.
Los carpaccios más conocidos son el de res, ternera, venado, salmón, atún, bacalao… Para sorpresa de muchos, este entremés tiene cabida en el mundo vegetal; está en tendencia el consumo de carpaccio de setas, zucchini, naranja, fresa, melón, sandía…
Historia. Se dice que el carpaccio se originó a mediados del siglo XX en el famoso Harry’s Bar de Venecia, donde habría sido preparado por petición de una clienta, la condesa Amalia Nani Mocenigo, a quien su doctor le había sugerido comer carne cruda.
Cuentan que su nombre le fue dado debido al fuerte color rojizo que se combina con el amarillo del queso y el jugo de limón. El pintor del Renacimiento, Vittore Carpaccio, acostumbraba a usar estos tonos en sus cuadros.