Carta a Rubén Silié

Carta a Rubén Silié

Querido Rubén: Debo felicitarte y decirte públicamente lo orgulloso que nos sentimos todos en la familia de ti. Agregas un reconocimiento a tu ya extensa cadena de éxitos profesionales. El Gobierno español te otorgó la pasada semana la Orden de Isabel La Católica, reconocimiento que te hace el Rey de España por tus méritos profesionales como sociólogo, historiador y diplomático. Durante el encuentro en la hermosa residencia del embajador de España, don Jaime de la Cadena, cuando te colocaban la insignia, no te niego que sentí gran orgullo de mi estirpe. Vi las caras sonrientes de tus amigos Hugo Tolentino, Manolito García Arévalo, Bernardo Vega y su gentil esposa doña Soledad Álvarez, Emilio Cordero Michel, los José del Castillo, los González Canalda y lógicamente los Silié.

Terminado el solemne acto, les pregunté a tus hermanos cómo ellos te concebían. José Alberto me dijo: “Es un gran estudioso, es siempre coherente con sus principios morales y nunca ha delegado sus responsabilidades frente a los retos que la vida le ha presentado”. Enrique me señaló que “eres un marcador de pautas, una figura emblemática, un camino de avenencias y un nacionalista cabal que ha hecho aportes a la patria, y que eres de recto proceder”. Tu cuñada Yamira te resumió como “un reto a la excelencia humana”.

Permítanme mis amables lectores compartir parte del discurso de gracias de Rubén pronunciado esa emotiva noche: “Gracias a su majestad, don Juan Carlos I, Rey de España, por haberme otorgado el alto honor de recibir esta insignia de la Orden de Isabel la Católica; y quien lo ha hecho, según reza en ese diploma, lo ha hecho ‘tomando en cuenta las cualidades que me son propias’, y esperando que con las mismas (yo) ‘contribuya al mayor lustre de la Orden’. Señor Embajador, puede usted asegurarle a Su Majestad que al valorar mis cualidades ha dado muestras de su generosidad. Y puede estar seguro de que esta condecoración será un estímulo para seguir siendo digno de ella.

Quiero agradecer a mi amigo y colega don Manuel Hernández, cuya benevolencia le llevó a hacer esta propuesta a don Juan Carlos I”.

“Esto no deja de ser un gran halago, pero más allá de mi satisfacción personal es una oportunidad para gratificar a mis padres por el empeño que se tomaron para que sus hijos sean personas de bien. Así que su esmero también está siendo reconocido en esta noche. Aunque Fernando Arturo Silié no está mas entre nosotros, aquí está Eridania Valdez para recibir ese reconocimiento en nombre de ambos”.

“También son reconocidos en este gesto mi esposa María Filomena, mis tres hijos y mis tres nietos. A ella por su gran apoyo, y a mis hijos para que el brillo de esta presea no los deslumbre, sino que les ofrezca la luz necesaria para seguir adelante enalteciendo un comportamiento digno y trabajando siempre por el engrandecimiento de nuestra patria”.

“Embajador Jaime De la Cadena Higuera, muchas gracias por su amabilidad, al ofrecernos la oportunidad de realizar este acto en mi país y tener la ocasión de compartir con los amigos que nos acompañan en esta noche”.

Rubén, te considero un ser humano excepcional que ha sabido llevar la antorcha del honor de una familia ejemplo de recto proceder, pues hemos asumido la dignidad como norma de vida. ¡Enhorabuena!

 

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