Jeff Green, Zizic, Osman y nuestro José Calderón se han unido al barco del Rey, que contará, otro año más con la máxima exigencia posible.
Tienen un gran rival en el Este (Boston), y los Warriors han hecho los deberes, pero los de Lue siguen teniendo una única meta posible: el Anillo.
Boston Celtics. Hace años que la gente de Boston esperaba la agencia libre de 2017 para poder ir a la caza por el hombre de Utah, Gordon Hayward y lo lograron.
A eso súmele la llegada mediante un traspaso de Kyrie Irving, quien fortalece notablemente a los verdes. Hayward y Irving se unirán al dominicano Al Horford con el objetivo de darle otra corona a la franquicia más ganadora de la NBA.
Brad Stevens, la mente maestra detrás de esta franquicia, es quien más la entendió y demostró con grandes resultados. El entrenador supo explotar cada habilidad de sus jugadores y reforzar sus falencias, se puede ver claramente en jugadores como Jae Crowder, Marcus Smart, Terry Rozier e inclusive Jaylen Brown o Avery
Oklahoma Thunder. La dirigencia de Oklahoma City ha formado un “Big Three” que dará mucho que hablar en el viejo y lejano Oeste.
La llegada de Paul George, procedente de Indiana Pacers, y la de Carmelo Anthony, procedente de New York Knicks, pusieron al Thunder en condición de competir por el premio grande en la NBA.
El coach Billy Donovan tendrá trabajo importante en el inicio de temporada: ajustar a las nuevas estrellas a competir al ritmo de Westbrook, un jugador con una caja de cambios diferente al ritmo de los mortales.
Pero el éxito o no de los Thunder debe estar en el acoplamiento y buena voluntad de echar hacia adelante la escuadra por parte de ese trío letal de jugadores.
San Antonio Spurs. La franquicia texana afrontará una nueva temporada en la NBA teniendo como premisa la competitividad y el constante protagonismo en la liga que los caracteriza desde hace mucho tiempo, capitaneados por Gregg Popovich.
De la mano de sus principales estrellas, Lamarcus Aldridge y Kawhi Leonard, las espuelas buscarán mantener el nivel de la pasada campaña (61 victoria y 21 derrotas), y mejorar aún más después de lo que fue la eliminación en la última final de Conferencia del Oeste en manos de los Warriors. No será una empresa fácil, ya que el Oeste se volvió ultra competitivo y complejo.
Houston Rockets. Los Houston Rockets encaran una nueva temporada con una plantilla muy renovada respecto a la anterior campaña.
La llegada de Chris Paul es una de las principales esperanzas de la franquicia tejana para lograr llegar más alto en los Playoffs.
La presencia de Paul a Houston devolverá a James Harden al puesto de escolta, un puesto donde siempre rindió.
Sin embargo, los mejores Rockets y el mejor Harden cuajaron cuando este mismo jugó de base, con Beverley haciendo dichas funciones en defensa. Harden lideraba los ataques con más soltura de la esperada e inclusive elevó su rango de asistencias de 7.5 por partido, en la anterior temporada, a 11.2 asistencias por partido
Sin lugar a dudas, Houston ha apostado por un cambio de rumbo, dejando de tener varios sextos hombres como Lou Williams y Eric Gordon y pasando a tener un quinteto titular fuerte y una segunda y tercera unidad. Mike D’Antoni continuará como coach.
Toronto Raptors. El mejor año de la historia de la franquicia, con mejores marcas de siempre tanto en fase regular (56 victorias) como en playoffs (10), permitió a los Raptors saborear el éxito de forma merecida tras una gestión inteligente y estable tanto en los despachos como en el banquillo.
Su éxito radica en el modo en el que son capaces de competir con cualquier formato. Pero desde luego el salto diferencial, el paso a la élite, está directamente asociado al papel de Kyle Lowry y DeMar DeRozan, sobre todo en la productividad.
Washington Wizards. La tropa de John Wall y Bradley Beal podría dar el salto en la Conferencia Este.