Contrario a años anteriores los cementerios del Distrito Nacional lucen más limpios, seguros, iluminados y con sus calles asfaltadas o en proceso de reconstrucción, lo que resaltaron las personas que visitaron esos camposantos ayer en víspera del Día de las Madres.
El Cristo Redentor, con una extensión de cinco kilómetros cuadrados y 20 manzanas, más grande que cualquier barrio popular del Distrito Nacional como Capotillo, está recuperado en un 70% y lo restante será concluido en los próximos meses, según el alcalde David Collado.
La entrada principal y las laterales del cementerio están asfaltadas pero, según Collado, los trabajos continuarán a partir de mañana lunes, luego de la pausa por motivo de Las Madres.
El ejecutivo municipal dijo que faltan nueve calles por asfaltar, como la Este, en la manzana 2-0, además de la Oeste, desde la manzana 5-0 hasta la 7-0.
Además falta el perímetro desde la 2-0 hasta la 12-0 y de igual modo la manzana 8b-0, así como completar la avenida principal hacia la puerta Norte.
De la misma manera está pendiente el parque de las oficinas administrativa del camposanto.
Collado informó que como encontraron el Cristo Redentor este lugar cuenta con un avance extraordinario, gracias al respaldo del sector empresarial, ya que no ha contado con la ayuda del Ministerio de Obras Públicas para el asfaltado.
Señala que solamente la reparación y asfaltado de las vías del cementerio conlleva un presupuesto de 45 millones de pesos, por lo que el cabildo hace un esfuerzo extraordinario para el rescate de ese lugar.
“Esta calle principal estaba totalmente destruida y mire ahora el acceso de esta vía, trabajo que lo hace el ayuntamiento con donaciones del sector privado”, expuso Collado durante un recorrido por el lugar.
Explicó que una vez concluyan con las calles interiores acudirá al Ministerio de Obras Públicas para que haga lo propio en las vías de los sectores vecinos, ya que las puertas del cementerio serán cerradas.
Señala que de acuerdo a los vecinos cuando se producen asaltos en la periferia los malhechores cruzan al cementerio, donde desaparecen, lo que se va impedir con el cierre definitivo del camposanto.
En cuanto a las malezas, Collado dijo que el cementerio estaba prácticamente perdido, por lo que decidió que una brigada fija de 60 hombres se encargue del mantenimiento.
Indica que terminada la intervención de las calles y malezas iniciaría de inmediato una segunda etapa, que es colocar cámaras de vigilancia y la iluminación completa, tal como está el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez.
De igual modo, ya tiene listo el proyecto de vigilancia de la Policía Municipal motorizada, para lo que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo prepara la licitación de la compra de los aparatos.
Asegura que la vigilancia motorizada será las 24 horas, no solo de día.