El Centro de Reflexión y Acción Social Padre Juan Montalvo, se propuso acompañar y asumir la lucha de la sociedad dominicana por mejores condiciones sociales, de salud, educación, defensa de los derechos humanos, así como contra la corrupción y la impunidad.
Tomó la decisión durante el lanzamiento ayer de su nueva imagen en la que el centro deja de llamarse Centro Bonó y asume el Padre Juan Montalvo, durante un acto en su sede central en la calle Josefa Brea, en el Distrito Nacional.
Durante el acto, el director ejecutivo de la institución, padre Mario Serrano, se comprometió a articular acciones con entidades y personalidades de todo el territorio que luchan por la transformación del país.
Manifestó que el Centro Montalvo articulará con otras organizaciones e instituciones en políticas claves como la lucha contra la corrupción y la impunidad, no solo desde Santo Domingo, sino también desde otras regiones del país donde la Congregación Jesuita tiene presencia.
Sostuvo que la estrategia es fortalecer el compromiso de los sujetos individuales y colectivos, que se articulan por la transformación de la sociedad dominicana.
Serrano manifestó que el Centro Montalvo seguirá publicando de manera sistemática los análisis de la realidad social, política y económica.
Informó que esos análisis no serán solamente para Santo Domingo, sino también para otros lugares donde expande sus labores, como Santiago de los Caballeros, Dajabón y Jimaní.
Serrano sostuvo que los jesuita están decididos a ofrecer un acompañamiento y un compromiso más cercano a la lucha contra la corrupción y la impunidad que desarrolla el movimiento Marcha Verde en el territorio nacional.
Ratifica el compromiso de la Compañía de Jesús con la defensa de los derechos humanos y el acompañamiento a los migrantes. “Allí donde estén y sus descendientes, ese es el compromiso irrenunciable que nos acarrea grandes críticas”, expresó Serrano durante las palabras centrales del acto.
El sacerdote indicó que en ocasiones reciben críticas por la defensa de los migrantes, hasta de aquellos actores que muchas veces los acompañan en otras luchas, pero a pesar de ellos continúan su defensa, ya que se deben a las personas más vulnerables y excluidas de la sociedad.
“Desde ahí nos convoca la fe, a eso se dedicaba Jesús, a acompañar a los más excluidos, los preferidos del Padre, los preferidos de Dios, los pobres de Jesucristo”, exclamó.
Indicó que desde allí los jesuita quieren seguir acompañando a aquellas personas que están en situaciones más vulnerables en la República Dominicana y en otros lugares del mundo.
Expresó su satisfacción porque en el salón habían muchos de sus hermanos haitianos, dominicanos de ascendencia haitiana y venezolanos, un pueblo este último que recibió a dominicanos cuando estos lo necesitaban.