LONDRES. El campeón de Inglaterra, el Chelsea, desfiló por las calles de Londres este lunes y prometieron a los 70.000 hinchas que les aclamaban que la temporada que viene sería «todavía mejor».
Los aficionados ‘blues’ se acercaron a festejar el título con los jugadores, repartidos en tres autobuses, el día siguiente de ganar al Sunderland 3-1 en el último partido de la temporada. «Gracias por todo, por vuestro apoyo», gritó el entrenador Jose Mourinho al público.
«Reserven su billete para el desfile del año que viene, porque esperamos veros el próximo año». Menos convincente que en el banquillo, el portugués de 52 años se atrevió a cantar el himno del club «»Blue is the colour» (‘Azul es el color’).
«Tendremos que hacerlo todavía mejor si queremos continuar ganando», explicó en la televisión del club. «Nuestros adversarios seguirán luchando. Será más complicado el año próximo, pero por eso volví aquí».
El propietario, el ruso Roman Abramovich estuvo presente, al igual que los jugadores juveniles que ganaron la Liga de Campeones y la Copa de Inglaterra de su categoría. Liderando las celebraciones, en un ambiente agradable, estaba el veterano delantero marfileño Didier Drogba, que anunció el domingo su marcha a los 37 años, y recibió un trato especial.
Al igual que el arquero checo Petr Cech, que podría dejar el club después de muchos años en el club londinense. «Petr, queremos que te quedes», le pidió su compañero de equipo el nigeriano John Mikel Obi.
«Todos somos ‘Blues’, todos somos lo mismo», respondió a la multitud el portero de 33 años, que evitó hablar de su futuro. Líder durante 274 días y derrotado solamente tres veces esta temporada, el Chelsea consiguió su quinto título de campeón, el primero desde 2010.