Chet Baker 30 años para la consagración del mito Cool o el elogio a la muerte plateada

Chet Baker 30 años para la consagración del mito Cool o el elogio a la muerte plateada

Ha ido sondeando, uno a uno, a todos los suyos, a su padre y a la anciana madre que lo trajo al mundo, y a nadie encontró, excepto a su mujer, que quisiera dejar de contemplar ya la luz del sol, muriendo en su lugar» Voz de Apolo.
Personaje de la Tragedia Alcestis, de Eurípides )

LA TRAGEDIA GRIEGA EN CHET BAKER TIENE HUELLAS DE EURÍPIDES. / 1

Para recordar en el tiempo algunos jazzistas, la muerte ronda alegre y entre risas, con muchas máscaras, atemporales, coloreadas, agitadas en el carnaval de vidas vividas, solo por el simple apego, a la profunda posibilidad de la música y el viejo instrumento en la esquina como un escudo y consuelo, cuando la noche eterna ataca, cuando el día vence para desconsuelo de un alma, que nunca sabe terminar su propia fiesta.
Aclaro, el párrafo anterior bien pudiera tener una foto gigante de Billie Holiday, Charlie Parker o Dexter Gordon. Pero no, cuando he pensado en ese parlamento de la tragedia de Eurípides, solo pensaba en Chet Baker o lo que es lo mismo: Chesney Henry Baker Jr. venido de Oklahoma, de Yale para mayor precisión, el 29 de diciembre de 1929.
Desde entonces hasta su muerte en 1988, todo ha sido perseguir razones y desrazones, mitos y no mitos, interpretaciones y culto a un personaje que trasborda toda ficción posible, que escondía en su autodestrucción la búsqueda sublime bajo un silencio espectral pletórico de dolor, que solo su voz y trompeta traducían con singular expresividad.
Entre Esquilo y Sófocles, Eurípides hace la dialéctica de vida y muerte, se angustia por su contemporaneidad, explora sin desgano entre pantanos y páramos, entre sombras y luces, como telón de fondo, el héroe que él no pudo inventar, trompeta en manos : Chet Baker, porque alucinado a los 10 años descubre la California imposible, aferrado a un viejo metal de cobre de cuya herencia huiría despavorido : un trombón viejo que en California cambiaría feliz por una trompeta.
Al margen de todo dato biográfico no necesario, lo que me importa es cómo este personaje se incrusta en aquella California de 1939, para beber allí el néctar vital que le guiaría a un destino trágico en cuyo trayecto, lo fecundo para mi fue más importante que las problemáticas interiores que le llevaron a una disyuntiva entre el color de su piel, mulata, y su profunda vocación difusa y convulsa de querer ser negro de color, porque de estilo, músico y pertenencia cultural, siempre lo fue.
De toda esa pasta anterior Chet Baker hace su evolución en la música y en la vida, guardando siempre aquel remolino del alma cuya salsa era una angustia huraña a la que le urgía el estímulo del bullicio ritual de la vida tonificada, desvariada hasta el espanto de la inconciencia…

UN TRÁNSITO DE BANDA MILITAR HACIA LA MAGIA DE MILES DAVIS, INEVITABLE / 2.
Entre 1930 y 1940 largo, el ejército de los Estados Unidos de América bien podría ser una grata aventura, para cualquier joven rebelde de 16 años que hubiera estudiado en Glendale, California, los elementos rudimentarios de la música y que amara un uniforme de vistoso color crema, reluciente. (Véase la Trilogía USA de John Dos Passos escrita en los años 30 del siglo XX y su novela Tres Soldados de 1922 )…
Para 1946, la construcción del sonido jazzístico de la llamada costa Oeste ( West Coast ) apenas destellaba y prometía ser un referente sonoro de estudio musical en la historia universal del jazz.. Pero para Chet Baker todo comienza en el Berlín de 1946, insertado en el 238 batallón. En la radio allí descubre el Be Bop, aquella tendencia de jazz nacida en la década del 40 del siglo XX, al calor de Charlie Parker y Dizzy Guillespie.
Abandona el ejército hacia 1952 y ahí la leyenda comienza su ascensión: graba con Charlie Parker en Los Angeles, forma parte del famoso cuarteto de Gerry Mulligan, los sin piano y ya en 1953 tiene un cuarteto cuyo pianista es Russ Freeman.
Aquí, aparece el Chet Baker del mellow tone, aquella voz aterciopelada que hacía duo con su propia trompeta, entonces ya existía Miles Davis, líder trompeta que prometía atravesar cual saeta sonora todos los géneros habidos y por haber: Be Bop, Cool, Hard Bop, Free Jazz, Funky y Pop music. De aquel extraterrestre de la trompeta, cuya larga cabellera se reflejara en la misma, Chet Baker tomaría el susurro penetrante, aquel sonido sin vibrato, larga frase sonora atrapada en un fraseo libre, plena de confianza en su expresión musical, retrato del músico seguro de la mano con su instrumento. Todo aquello se lo debía a Miles Davis. Y sin embargo, los dos hicieron época cada quien buscando su personalidad, Miles Davis ya la tenía, Chet Baker confirma la suya en una gira a Francia en 1955.

CHET BAKER, EL QUEBRADO SUEÑO PRESIDIOS Y GLORIAS : CUANDO LA VENTANA DE AMSTERDAM SE LLAMA EURÍPIDES./ 3

Consumado el éxito, anestesiado por aquella inocencia maldita, atractiva como la provocación del fuego entre cielo y tierra, Chet Baker legaría una copiosa discografía erudita, presente, curiosa y eficaz. Europa le confirma la quimera y el sitial de la fama.
Su propio holocausto de Ámsterdam era apenas un viejo susurro de la muerte, su amiga sin vestimenta de negro, su partitura silente ejecutada en cada intento de recuerdo y elegía por una dentadura perdida y la música estropeada: aquel hilo de sangre enredado para siempre en la boquilla de su trompeta.

A pesar de todo, no me corresponde a mí hacer con Chet Baker lo que hizo Clint Eastwood con Charlie Parker en Bird (1988 ), aquella película de rancio juicio moralista ahistórico, donde la historia personal de Charlie Parker sirve de escarnio a un director conservador y republicano para dar lecciones morales sobre las drogas, omitiendo el valor y el aporte musical de Charlie Parker y su drama interior de ser humillado por un Estado policial y abusador… En el filme de Eastwood que a muchos les ha pasado como un contrabando en el tiempo, cicuta sobra…

Hay seres humanos que tienen grandes dolores interiores y eligen o perfilan sus desenlaces, nos gusten o no: eligen. En la historia del jazz, bajo un prisma crítico de historias de vida con sabor a antropología de contexto, la vida de Chet Baker es de esas que no se podrían ver de otro modo: al margen de su legado y extraordinario talento, era un ser trágico y su tesoro musical no le ayudó a sublimar aquellos déficit emocionales de sistema de cárceles y dopaje. Por encima de todo, me interesa su obra, compuesta de un derroche de talento que hoy difundimos y disfrutamos: entre Miles Davis y el también fenecido Clifford Brown, Chet Baker es uno de los mejores trompetistas en el género de jazz en el mundo y se lo ganó a duras pruebas, a pulso de marino, como le gustaba…

Era mayo de 1988. Ámsterdam oscurecida como aquella Atenas de la que Eurípides se quejaba en sus obras. La ventana se abrió sin ruidos: Chet Baker montado en su trompeta se abría paso entre la bruma de los canales, para siempre (CFE)…

En síntesis
NOTA :
Existe una interesante bibliografía y filmografía sobre Chet Baker.
Agrupadas todas las cintas, el título aproximado sería: La Trompeta y la Muerte.
En 1987, un año antes de su extraña muerte, Bertrand Feve, suizo, rodaba con el propio Chet Baker lo que se tituló: Chet’s Romance (1988). Corto de 10 minutos
De igual modo Bruce Weber hace el más interesante Lest Gest Lost (1988), documental
que hace un excelente retrato de la vida confusa del músico. Duración más de 58 minutos
Born to be blue es de Robert Budreau, exhibida en 2015 en el Festival de Toronto, Canadá. Media Biopic, pero respetando la vida del artista con rigor.
La cinta es homónima a un estándar de jazz de 1946 cuya autoría es de Mel Tormé, que se suele atribuir por error a Chet Baker, porque el título es casi su biografía silábica.
Impactado por la muerte del compositor y trompetista célebre, el mismo Robert Budreau filmaría un corto de 8 minutos titulado The Death of Chet Baker ( 2009 )…
En este corto hay tesis criminológica, una tesis por probar, de las causas probables
de la muerte de Chet Baker.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas