Pekín. EFE. China ha aprobado finalmente una nueva ley de seguridad que ha suscitado controversia por su amplia cobertura, desde la ciberseguridad a la religión, y que algunos expertos y organizaciones temen que permita coartar aún más libertades en el país.

La ley, que llevaba meses siendo analizada por la Asamblea Nacional Popular (ANP), fue aprobada ayer, después de tres sesiones de consultas, por una aplastante mayoría- 154 de los 155 diputados votaron a favor, solo uno se abstuvo.

Pendiente de ser firmada por el presidente, Xi Jinping, la ley amplía el concepto de seguridad nacional en línea con el estilo de liderazgo fuerte que abandera el mandatario. Así, enfatiza el liderato del Partido Comunista de China (PCCh) para establecer un “sistema de seguridad nacional centralizado, eficiente y autoritario”, y da cabida a áreas como la finanzas, la política, el ejército, la ciberseguridad, la ideología o religión.

“El concepto de seguridad nacional es amplio. Puede abarcar todas las áreas”, opina Meng Yuanxin, profesor del Instituto chino New Continent, especializado en temas políticos.