Jing Yang y Winnie Zhu.
China ha advertido a los centros financieros del mundo que quiere fijar los precios en sus mercados de materias primas, con lo que casaría el gran peso comercial del país con un poder de decisión mucho mayor en la fijación de costes de estos productos.
“Nos encontramos ante una oportunidad única de convertirnos en un centro mundial de precios para las materias primas”, dijo en esta semana Fang Xinghai, vicepresidente de la Comisión Reguladora de Valores de China, en la conferencia anual del mercado de futuros de Shanghái.
“Nos damos cuenta de que nos vamos a encontrar con una competencia intensa para conseguir este objetivo. Contamos con ventaja en cuanto a volumen comercial y a crecimiento económico pero nuestra legislación no es sólida todavía y no tenemos talento suficiente”.
China es el mayor consumidor de metales y energía del mundo, pero sus operadores de mercado y sus empresas dependen de centros financieros internacionales -generalmente Londres y Nueva York- para tener acceso a precios de referencia en la mayoría de las materias primas que negocian y consumen.
La negociación en el mercado chino de materias primas sigue estando fuera del alcance de los inversores internacionales -que también han de hacer frente a restricciones en divisas- pero China se ha comprometido desde hace tiempo a abrir sus mercados. Fang prometió continuar trabajando en este proceso, aunque ve desafíos importantes de los centros financieros actuales.
‘Punto de partida’. “Tenemos previsto utilizar futuros de petróleo, mineral de hierro y caucho como punto de partida para abrir el mercado nacional a más inversores extranjeros”, dijo Fang a la audiencia. China no debería subestimar “la determinación de los actuales centros de fijación de precios para mantener su estatus”.
Los mercados de futuros de materias primas de la mayor economía asiática acapararon la atención a principios de año al ser objeto de una fiebre especulativa que propició un alza vertiginosa de los precios y un volumen de negociación sin precedentes en marzo y abril.
La euforia llevó a las autoridades reguladoras y las bolsas a introducir enérgicas medidas, con un endurecimiento de las normas y el incremento de las tasas de negociación.
Esta intervención tuvo éxito, según Fang, y, para que China pueda ampliar su alcance y convertirse en un centro mundial de precios, la supervisión de las autoridades será decisiva.
“Recientemente hemos experimentado una volatilidad y volúmenes de negociación enormes en algunos futuros de materias primas”, dijo Fang.
“Hemos supervisado a los mercados para que introduzcan medidas y hemos observado un efecto considerable”, expreso.