A Chinese worker checks the tags on the metal coils at an iron and steel yard in Shenyang, northeast China's Liaoning province on March 15, 2008. A global spike in the price of iron ore has pushed China into resuming the search for domestic deposits after a 10-year break. CHINA OUT GETTY OUT AFP PHOTO
China puede sortear las dificultades generadas por la creciente guerra comercial con Estados Unidos y cumplir con sus metas para este año, manifestó un funcionario del principal organismo de planificación económica.
El impacto en la producción industrial, empleo y precios a los consumidores será “controlable” mediante una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente, afirmó Cong Liang, portavoz de la Comisión Nacional para Desarrollo y Reformas, en una conferencia el miércoles pasado.
El crecimiento económico de China se desaceleró a 6,7 por ciento, su menor ritmo desde 2016, en el segundo trimestre, cuando la campaña del gobierno para reducir el endeudamiento se hizo sentir con más fuerza.
Sin embargo, la tasa de expansión aún continúa por encima de su meta anual de 6,5 por ciento.
El gobierno enfrenta un difícil acto de equilibrio entre reducir la deuda e impulsar el crecimiento. La inversión en bienes de capital aumentó a su menor ritmo en dos décadas en los primeros siete meses del año, revelaron cifras publicadas el martes; mientras el gasto en infraestructura cayó a un cuarto del ritmo de crecimiento visto hace un año.
La producción manufacturera, las ventas minoristas y las colocaciones de crédito estuvieron por debajo de lo estimado en julio.
En el mismo mes, los precios de viviendas nuevas aumentaron a su mayor ritmo en casi dos años, según cifras publicadas el miércoles, lo que complica los esfuerzos del gobierno por detener el alza sin intensificar la desaceleración.
Las autoridades ya han adoptado medidas para evitar una desaceleración más profunda.
El Banco Popular de China recortó las ratios de reserva para los bancos tres veces este año, en un esfuerzo por inyectar liquidez en sectores específicos, y economistas esperan una medida similar en el segundo semestre. El gobierno, por su parte, aumentó el gasto fiscal en junio.
El impacto de la guerra comercial con Estados Unidos parece limitado hasta ahora, pero una escalada del conflicto podría enfriar aún más el crecimiento.
Comercio con Europa. Cong dijo que el gobierno puede enfrentar una guerra comercial más intensa. Para ello continúa abriendo la economía, impulsando la inversión extranjera directa y reduciendo los aranceles, afirmó, y citó el creciente intercambio comercial con Europa y el sudeste asiático.
Las exportaciones de China a la Unión Europea aumentaron 11,3 por ciento en los primeros siete meses de este año, mientras los envíos al sudeste asiático crecieron 17,9 por ciento, según cifras de aduanas.
Cong afirmó que la campaña para reducir el endeudamiento seguirá adelante en una forma “limitada, gradual y ordenada”, e incluirá el evitar la creación de nueva deuda de los gobiernos locales y de obligaciones públicas implícitas.
“La simple expansión de la inversión difícilmente puede generar beneficios económicos y sociales. Tenemos que pensar en una inversión eficiente”, afirmó.
Agregó que más que la construcción de nuevas autopistas se considerarán proyectos de infraestructura para educación y salud.
El gobierno de China, liderado por Xi Jinping, y el de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, anunciaron aranceles a mercancías por un total de 100,000 millones de dólares en abril. China propuso luego la imposición de nuevos aranceles a docenas de productos estadounidenses, como aviones, automóviles y frijol de soya.