Pekín. La selección de China venció hoy a la de Filipinas por 78-67 en la final del Campeonato de Asia de baloncesto disputada en la ciudad china de Changsha, con lo que el gigante asiático logró el 16º título continental de su historia y además obtuvo su pase para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

La joven promesa de 19 años Zhou Qi, con 16 puntos y 14 rebotes, y Guo Ailun (19 puntos y 6 rebotes) uno de los mejores escoltas de la liga china, fueron los principales baluartes del equipo campeón, en un día en el que la habitual estrella, el ex NBA Yi Jianlian, estuvo algo apagado.

Yi no tuvo mucho protagonismo en lo ofensivo, con sólo 11 puntos, aunque sí fue el mejor reboteador de la final, con 15 recuperaciones, y gracias a su gran actuación durante todo el torneo se llevó el título de MVP del campeonato. Los filipinos, que ya habían sido subcampeones en el anterior torneo de 2013 pero que no ganan el oro desde 1985, llegaban muy motivados al último partido del campeonato, y prueba de ello fueron los primeros minutos de éste, en los que comenzaron dominando en el marcador.

Apoyados en sus dos estadounidenses nacionalizados, Gabe Norwood y sobre todo el exjugador de los Washington Wizards Andray Blatche, los filipinos se colocaron a cinco de ventaja en el inicio, pero el aumento en la presión defensiva china puso a los anfitriones por delante a los pocos minutos, y así se mantuvieron hasta el final.

La mayor altura media de los chinos consiguió hacer mucho daño al ataque de los filipinos a base de espectaculares tapones, lo que unido a un escaso acierto de los visitantes colocaba a China ya con 11 puntos de ventaja tras la primera mitad (46-35). Para ello fueron vitales los triples de Guo Ailun, un jugador que con sólo 16 años ya disputó el Mundial de Turquía 2010, con 18 los Juegos Olímpicos de Londres y ahora, con 22, fue el mejor de la final continental.

Tras el descanso se notó cierta relajación en China, que en el tercer cuarto incluso logró un peor parcial que Filipinas, pero el equipo isleño no supo aprovecharse de ello, por culpa de su escaso acierto en los tiros fuera de zona.