La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, es una abanderada de la libertad y con ese criterio evalúa la crisis que vive Venezuela y el futuro de Cuba, tras la muerte de Fidel Castro Ruz.
Sobre Venezuela, considera que ha habido buena fe de parte de quienes han procurado ayudar a esa nación en el proceso de diálogo, pero entiende que el gobierno que encabeza el presidente Nicolás Maduro ha utilizado el diálogo como un mecanismo para prolongar el aire político que perdieron desde hace un año.
Dijo que participó como observadora de la oposición en las pasadas elecciones de ese país y constató la ausencia de libertad. “Salí plenamente convencida de que los verdaderos demócratas de nuestra región y del mundo tienen que estar en contra de Maduro, tienen que estar a favor de un cambio y si no de un cambio, por lo menos de haber abierto un proceso de diálogo nacional, con seriedad”, indicó.
Cuba. Sobre el país socialista dijo, que el gran reto que tiene es abrir espacios de libertad a su disidencia interna. “Yo sigo diciendo que en Cuba es buena hora para restablecer relaciones diplomáticas con Estados Unidos; es buena hora que Estados Unidos siga adelante, el presidente Trump, con eliminar el embargo comercial. Es buena hora de que pueda encontrar vías económicas que les hagan crecer sostenidamente…”, indicó, y agregó que es fundamental que dé señales más claras de respetar la libertad y los derechos humanos de la disidencia.