CIELO NARANJA
Alanna Lockward y el regalo
que nos hace: “Apremio”

<STRONG>CIELO NARANJA</STRONG><BR>Alanna Lockward y el regalo<BR>que nos hace: “Apremio”

MIGUEL D. MENA
Alanna Lockward se ha ido construyendo un mundo dominicano bien táctil que lleva en su mochila y que siempre tiene gana de mostrar dentro de sus múltiples pasaportes.

Su naturaleza, como la de los grandes dominicanos, es viajera.

Sus palabras a veces contrastan con su presencia, porque son bien reposadas.

México, Australia, Alemania, Haití, han sido algunas de sus estaciones existenciales.

El arte, la danza, el pensamiento, serán poquísimas las expresiones de la creatividad que se escapen a tu atenta mirada y en general, a su cuerpo.

Ahora Alanna Lockward está relativamente de vuelta a casa: ha publicado el libro «Apremio: Apuntes sobre el pensamiento y la creación contemporánea desde el Caribe», una excelente síntesis de más de un decenio de reportajes, críticas, entrevistas.

Publicado en el 2006 por el Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo y por la Fundación Casa Pintada, ambas de Murcia, es el primer libro de crítica dominicana que ha merecido la atención de editorial alguna en España.

Libro heterodoxo en sus alcances, hasta ahora no contamos con una síntesis tan concisa y amplia de nuestra vida cultural en el último decenio del siglo XX y los principios del XXI.

Tres ópticas sustentan la obra: Santo Domingo, el Caribe y el «otro lado», entiéndase, Europa.

En la primera parte Lockward recupera su experiencia como crítica, periodista y curadora. Comienza con la memoria de los noventa y el despegue dominicano hacia la extrainsularidad con un texto delicioso: «Los noventa en Santo Domingo», publicado originalmente dentro del catálogo que amparó la exposición «Políticas de la diferencia, Arte Iberoamericano Fin de Siglo», auspiciado por la Generalitat Valenciana en el 2000.

Luego de hablarnos sobre sus gustos personales en relación a la pintura dominicana, la autora nos devuelve a los ámbitos de una exposición histórica, «Pares & Nones», la primera vez que las dos partes de nuestra Isla coincidían en una misma visión artística, recorriendo desde los salones del Museo de Arte Moderno hasta el Instituto Iberoamericano en Berlín (2003). Libro aparte, permítanme anotar que todo este esfuerzo por situarnos en el mapa artístico contemporáneo internacional, que ha permitido el «vernos» y el «ponernos» dentro de la atención internacional, en Miami, España o Alemania, Alanna Lockward lo ha sido realizado sin apoyo oficial, y muchas veces a contracorriente del pensamiento conservador que a veces hasta los huesos nos tritura.

Más allá de las banderas y los nacionalismos, nuestra autora ha sabido combinar una visión crítica con el resaltar la creatividad criolla. Justamente en eso es en lo que ella insiste: en la novedad del trabajado artístico, en el salir de los clisés en torno a nuestra insularidad y el potenciar aquello propio que tenemos y de lo que muchas veces no nos damos cuenta, tal vez por ese afán de ser aceptados por las metrópolis, y en defecto, por el seguir produciendo antiguallas de la insularidad.

En su primera parte, «Apremio» se construye en torno a unos cuantos perfiles de creadores de primera fila: Pedro Mir, Oscar de la Renta, Juan Fidel Mieses, René Fortunato, Luis Nova, Henriette Wiese, Jaime Piña y Chiqui Vicioso. La selección es aleatoria. A pesar de que los textos iniciales no se pensaron como conjunto, con estos ingredientes a nuestra disposición sí que podemos estructura una visión de por dónde se ha movido el arte dominicano en su más amplia expresión.

El apartado de género no podía faltar. Alanna Lockward está consciente de que bajo esas pieles de «lo dominicano», «lo caribeño», también están las desigualdades de oportunidades, la necesidad de apuntar lo específico de nuestros sujetos sociales, y dentro de estos ámbitos, destacar el papel de la mujer. De ahí que se ponga de relieve lo femenino dentro del periodismo y las artes, con algunas de sus protagonistas locales.

En la sección «Desde el Caribe» la sensación de viaje se amplía, toca fondo. Edouard Glissant, lo africano, la diáspora, el art haitiano, las percepciones sobre este mar y sus flotas que nos unen, todo se presenta en un estilo refrescante, como si sólo se buscase combinar la felicidad de las ideas sin descuidar, de paso, la firmeza en el reconocimiento de lo que somos.

En la última parte de «Apremio», «Desde otro lado», Lockward presenta el resultado de sus años de residencia en Europa: como crítica de la bienal de Venecia y de Arco, como curadora de exposiciones en Alemania y también como comunicadora social, por ejemplo, en una publicación tan exigente como art.e

Esperemos que «Apremio» llegue a las librerías, museos y galerías de nuestra Isla. Es hora de ir buscando en la mochila de Alanna Lockward esas otras dominicanidades ante la que muchas veces nos resistimos, pero que están ahí y aquí, tocando fondo, llevándonos desde una isla cualquier a la misma vía láctea entre mucho azul y mucho apremio.

http://www.cielonaranja.com
Espacio ::: Pensamiento :::
Caribe ::: Dominicano

Publicaciones Relacionadas

Más leídas