«Cincuenta personas -de las que no se especificó su origen- fueron detenidas en el país involucradas en incidentes», informó a Efe el portavoz de la Policía israelí, Micky Rosenfeld, quien precisó que Jerusalén fue la ciudad en la que se produjo el mayor número de arrestos.

«Utilizamos medios disuasorios como bombas de estruendo para lidiar con la situación. No se han notificado heridos», comunicó el portavoz policial.

Diversos barrios de Jerusalén, especialmente el de Shuafat, han sido el escenario de intensos choques entre grupos de jóvenes palestinos y fuerzas de seguridad israelíes desde que el pasado miércoles desapareciera un menor palestino que fue posteriormente asesinado.

Anoche, jóvenes palestinos levantaron barricadas y lanzaron piedras, botellas y cócteles incendiarios contra efectivos de la guardia fronteriza y antidisturbios, que respondieron con bombas de estruendo, gases lacrimógenos y fuego.

Tras los enfrentamientos, el barrio amaneció en una tensa calma marcada por la presencia policial en diferentes puntos de la zona, que, a diferencia de jornadas anteriores, estaba abierta al tráfico.

«Por el momento, la situación se mantiene tranquila, como viene siendo habitual durante el día. Normalmente los disturbios comienzan en la tarde o la noche», indicó Rosenfeld.

Los musulmanes celebran el mes sagrado de Ramadán, con un estricto ayuno que se prolonga hasta la puesta del sol.

Los choques coincidieron con un recrudecimiento del intercambio bélico entre el Ejército israelí y Hamás en Gaza, que ha desembocado en la operación militar «Margen protector» contra el movimiento islamista.