Luego de la calidez de las tonalidades doradas y de la frialdad del acero inoxidable, la decoración redescubre el cobrizo. Contemporáneo y auténtico, es un material presente tanto en objetos cotidianos como en grandes proyectos decorativos.
Este maravilloso material está volviendo a apropiarse de los espacios más innovadores. Pero no de manera barroca, sino a través de pequeños detalles que “acompañan” en la decoración.
¿Cómo integrar el cobre en una vivienda? El color cobrizo es mágico para dar un toque acogedor a un interior y está de moda desde hace algunos años. Este material noble y resistente es, de hecho, uno de los favoritos de diseñadores para crear accesorios de lujo, como candelabros, vasos y otros objetos de iluminación, además de mobiliario.
De hecho, el cobre es perfecto para darle un toque de color y hacer que destaquen sofás, sillones y percheros.
Así mismo, podemos -por ejemplo- pintar de este color los marcos de las puertas, ventanas o alguna moldura en la parte superior o inferior de una pared, lo que combinan perfectamente con el estilo industrial que está tan de moda.
En la cocina. ¡Ha llegado la hora de sacar las viejas cacerolas de cobre! Una idea decorativa que está muy de moda es darle otro uso a tus ollas, utilizándolas como fruteros o recipientes para las llaves para conseguir un estilo de segunda mano elegante y contemporáneo en tu decoración.
Pequeños toques. Los tonos cobre están presentes también en muchos accesorios, como cestas, jaboneras, candeleros. Hay para todos los gustos (y bolsillos).
Decoración luminosa. Lámparas de pie, de escritorio, pantallas de lámpara con estampados… El tono cobrizo es perfecto para dar un toque de calidez a la iluminación… y se ve súper en oficinas y bibliotecas, donde destaca su aspecto retro.