Coctelera

Coctelera

No sé,  a ciencia cierta, si los líderes políticos dominicanos han comprendido la magnitud de la crisis, prácticamente global, que provoca el alza en los precios de los alimentos, crisis que alarma hasta el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. No sé si nuestros líderes, de gobierno y de oposición, analizan el significado de las constantes elevaciones en el valor del barril de petróleo.

Ignoro si están enterados de que Brasil prohibió las exportaciones de arroz. Desconozco si están en conocimiento de que Tailandia y Vietnam recortaron, considerablemente, sus exportaciones del cereal, que alcanza la cifra récord de 960 dólares la tonelada…

¿Conocerán  que poderosos supermercados del Coloso del Norte racionan la venta de arroz a sus clientes? Los oigo gritar por el alza de los precios de los alimentos, pero nunca los escucho hablar, desapasionamente, de los problemas que se generan con el maíz, la soja y los aceites vegetales. Como tenemos elecciones presidenciales el próximo 16 de mayo, cada partido, cada conglomerado político pesca en río revuelto. La culpa de todos los males la tiene el gobierno y el pueblo, la eterna parte húmeda, sigue sumido en la ignorancia de cuanto pasa en el conflictivo mundo de hoy, seminarcotizado por la verborrea de político que, a fin de cuentas, solo ofrecen “más de lo mismo”…

Mire, Maginito,  en cuanto a esta campaña se refiere, solo el candidato de izquierda Guillermo Moreno ofrece un mensaje un tanto fresco, desprovisto de la chabacanería a que nos han acostumbrado nuestros líderes tradicionales. El momento que se vive hoy, mi querido Magino, es extremadamente difícil y si no se busca una solución satisfactoria con el concurso de todos, pues a Dios que nos tome confesados…

¿Sabe usted  que en los países desarrollados, una familia solo destina el 18 por ciento de sus ingresos para la compra de alimentos? Y ahora agárrese, en las naciones pobres, como la nuestra, el 80 por ciento de sus ingresos de un hogar van destinados a la adquisición de alimentos; A todo eso añádale que el mundo cuenta hoy con la más baja reserva alimentaria de los últimos treinta años, en una época en la cual se ha probado sin temor a equivocaciones, que se consume más de lo que se produce….

No olvidemos,  Magino, algo que solo a los dominicanos atañe: cualquier hambruna en Haití constituye un gran peligro para nuestro país, pues los haitianos no se tirarán al mar. La razón lógica les indica que tienen que cruzar el Masacre en busca del sustento. ¿Y podremos soportar esa situación, cuando la nuestra no pinta abundancia?

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