Magino querido,  la Asociación de Industrias Farmacéuticas (Infadomi), le cayó a puro tolete al Programa de Medicamentos Esenciales (Promese), del Estado. El presidente de Infadomi, Ho-chi Vega, considera que Promese es una amenaza para la sostenibilidad de las farmacias privadas y para los productores de medicamentos.

 Cabe suponer que los rectores de Promese son mayores de edad y sabrán defenderse de los cargos que se le lanzan. Cuando a Ho-chi Vega se le preguntó si era cierto que hay laboratorios que disponen de sus propias cadenas de farmacias, el ejecutivo se limitó a decir que eso está prohibido por la ley, pero como aquí cualquier cosa puede pasar, “quizás hayan excepciones”. Ho-chi Vega tiene que saber, necesariamente, que sí es cierto que existen laboratorios – e importadores de medicamentos – que cuentan con sus propias redes de farmacias…

Honda preocupación  sí debe causar lo que Ho-chi Vega define como “un acoso permanente” por parte de la industria farmacéutica multinacional que ha hecho innumerables presiones para frenar el desarrollo de la nacional. Eso viene de viejo y ha contado, en ocasiones, con el concurso de autoridades y bufetes de abogados dominicanos…

La directora  ejecutiva de Infadomi, la bella y muy competente Laura Castellanos, estima que un alto porcentaje de la población no podría consumir las medicinas que requiere sino fuera por las alternativas nacionales. Considera que medicamentos locales tienen precios más bajos que los extranjeros, diferencias que van desde un 50 a un 430 por ciento. Esa es la purita verdad…

Mire, don Magino,  los dominicanos podemos sentirnos orgullosos del crecimiento y de la calidad de la industria farmacéutica local. El país cuenta con setenta laboratorios, que conllevan una inversión de más de 40,000 millones de pesos y generan unos diez mil empleos, lo que no es un rulo. Esa industria, viejo charlatán, requiere ser incentivada por el Estado para que pueda aumentar sus exportaciones. Deben eliminarse cuantas trabas burocráticas existan y apretar la caña para combatir la piratería con algo tan delicado como es el campo de los medicamentos. Y aquí, Maginito, las autoridades saben cómo prolifera la venta de medicamentos falsificados, pero gustan de hacerse las pendejas a todo dar. Protejamos a la industria farmacéutica nacional, pero no permitamos que por cuestiones de intereses siquitrallen a Promese…

Quienes traten  de joder el proceso electoral, tendrán que prepararse para los chichones que se le formarán en la cabezota. Y eso no es bueno en estos días en  la enésima huelga «made in Waldo»…