Coctelera

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Conversábamos  ayer, viejo Magino, en relación a malos negocios realizados por el Estado con empresas o ciudadanos extranjeros. Hablamos de la Rosario, de Unión Fenosa. Las dos comieron filete, como quiere comerlo AES. Y eso que no nos referimos a la Hydro Quebec y a Smith and Enron. ¿Por qué traemos a colación esos casos bochornosos? Muy sencillo: el gobierno acaba de anunciar que adquirirá el cincuenta por ciento de las acciones de la Refinería en poder de The Shell Petroleum Company, lo que daría al Estado el control total de la instalación hainera. No es que se piense o se sospeche que hay negociaciones pecaminosas en la operación con Shell pero dado los antecedentes poco santos en otras operaciones en que se involucra al Estado, es al gobierno al que más conviene poner en conocimiento de la ciudadanía el más mínimo detalle vinculado a la compra…

Shell hizo  un concurso para la venta de sus acciones y se informó que dicho concurso había sido ganado por Coastal Dominicana, con una oferta de 183 millones de dólares. El Estado, que no había mostrado interés en la compra, cambia de parecer y pagando lo que pagaría Coastal, adquiriría las acciones por su condición de socio de la multinacional. Surgen muchas preguntas, cuyas respuestas interesan a la ciudadanía. ¿Las comprará el Estado al precio ofrecido por Coastal por el hecho de que Shell vende a la mejor propuesta? ¿Por qué no se informa cuál fue la segunda mejor oferta en el concurso y quién la hizo? ¿Establecerá el Estado el valor real de las acciones o tiene que aceptar lo que diga Shell?… El financiamiento  de la compra no es una pendejadita. Se ha dicho que Shell tendrá que pagar el impuesto a las ganancias de capital y que con ese dinero más los beneficios de la Refinería en los dos últimos años, el monto a desembolsar se reduciría considerablemente. Aún así, sería interesante conocer cómo se financiaría el resto de la operación ya que no es fácil comprender que se use dinero necesario para la reconstrucción del país. El presidente Leonel Fernández manifestó que la compra de las acciones permitirá aprovechar mejor los recursos crediticios ofertados por Petrocaribe, de Venezuela, que nos serviría 50,000 barriles diarios… Cuando  el Estado sea dueño único de la Refinería, ¿entregaría ésta, en concesión por administración a una empresa eficiente que la maneje en base a una comisión? ¿La convertiría en una oficina pública más? ¿Se permitiría la libre importación de combustibles a cualquier empresa que quiera competir con los precios o estos precios se van a dejar a lo que será un monopolio estatal?… Maginito querido,  las relaciones con Venezuela son vitales en cualquier operación petrolera dominicana. Hemos dicho y reiterado que el presidente venezolano Hugo Chávez ha sido muy consecuente en su trato con los dominicanos. Lo valiente, sin embargo, no quita lo cortés. En este momento tenemos a Venezuela como suplidor único. Eso tiene sus ventajas y desventajas. ¿No sería prudente buscar un suplidor adicional, digamos en los Emiratos Árabes, de quienes se afirma que son dueños del puerto de Caucedo? Por cierto, los Emiratos no se han unido a la guerra petrolera que quiere el presidente Chávez… Todos sabemos  por aquí, mi caro Magino, que el presidente Chávez se ha embarcado en profundas transformaciones en su país, que lleva hacia el socialismo. Hoy puede financiarnos, pero un socio que quiere guerra no es ni un socio a largo plazo ni un buen socio.  

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