Desde hace un tiempo, en prensa y medios de comunicación, está muy de moda tratar el tema del biodiesel o combustibles alternos para nuestros vehículos, más con el afán de ahorro que en el de reducción de emisiones contaminantes. Pero qué son? Y, tendrán en un próximo futuro la posibilidad de sustituir los normales combustibles fósiles: gasolina y gasoil?

Para esclarecer un poco el panorama, y analizar las posibilidades, les preparamos una nota de datos, potencial, dificultades y derivaciones sobre lo que se entiende como «combustibles alternativos».

El Departamento de Energía de Estados Unidos distingue los siguientes tipos de combustibles alternos: biodiesel, electricidad, etanol, metanol, hidrógeno, gas natural y LP. En mayor o menor medida, todos ellos disminuyen la dependencia de los vehículos del petróleo, y aunque algunos son bastante sencillos y otros todavía no costeables, todos tienen un mejor desempeño en cuestión de emisiones, esto es, son menos contaminantes.

Biodiesel

El biodiesel es un combustible derivado por procesamiento de aceites vegetales, grasa animal o recuperación de grasa desechada. Tiene propiedades similares a las del diesel derivado del petróleo. Actualmente, en algunos países desarrollados y para uso masivo, el biodiesel se mezcla con el diesel convencional en proporciones que van desde 2% (llamado B2) hasta 20% (llamado B20). Pero también en su estado puro el biodiesel ya puede ser utilizado en muchos motores fabricados para tolerar este combustible. La fabricación en gran escala del biodiesel todavía es limitada, además que su manejo y almacenamiento requiere de cuidados especiales, debido a la oxidación del producto a largo plazo.

El uso del biodiesel reduce el nivel contaminantes de un motor diesel convencional tanto en gases como en partículas sólidas. Sin embargo, el biodiesel emite un contaminante importante y de mucho cuidado, óxidos de nitrógeno. Por esta razón y el hecho que el biodiesel, a igualdad de impuestos gobernativos, es más costoso que el diesel de petróleo, el uso del biodiesel todavía no ha tenido un impacto importante en la industria.

Electricidad

La electricidad aparenta ser el futuro en los vehículos de motores y es tema de profunda investigación por parte de marcas y investigadores. Los motores eléctricos tienen una muy alta eficiencia, son silenciosos en su operación y pueden tener suficiente potencia y torque para mover cualquier cantidad de peso.

Dentro de los vehículos eléctricos hay diferentes tipos de alimentaciones, dependiendo de la fuente de su energía y del tipo de propulsión. Entre ellos se distinguen los de sistema Híbrido (propulsor de combustión combinado a un motor eléctrico), los acumuladores con base en baterías, y los vehículos auto-productores de energía: celdas de combustible (Hidrogeno).

Etanol

El etanol tiene una evolución similar al del biodiesel, pero ha sido bastante más exitoso. Se produce con sistemas de fermentación y destilado de productos vegetales específicos (caña de azúcar) o puede sacarse de biomasas. Todos los motores de gasolina pueden utilizar hasta un 10% de etanol en el combustible sin necesitar ninguna modificación, pero en esta proporción no es considerado un combustible alterno.

El etanol es un combustible alterno cuando su proporción pasa del 85%, el llamado E85 (85% de gasolina y 15% de etanol). Actualmente muchos fabricantes automotrices ofrecen autos con motores (flex) capacitados para funcionar con este tipo de combustible. Su uso inició a principios de los ochentas y actualmente la mayoría de vehículos nuevos de Brasil, y en buen porcentaje de Estados Unido, Europa y Japón, entre otros, tienen capacidad de funcionar correctamente con el E85.

El costo del E85 es competitivo con la gasolina y aunque tiene beneficios en reducción de emisiones su aceptación todavía no ha llegado a su máximo potencial. Entre los puntos en contra del E85, además de los citados motores específicos, es que reduce la autonomía de los vehículos.

Metanol

También conocido como alcohol de madera, puede ser utilizado como combustible en vehículos con una mezcla de 85% metanol y 15% gasolina «M85».

Recientemente ha disminuido la oferta de los constructores de autos que utilizan este tipo de combustible. Al estado puro, o ligado con otros combustibles, se utilizan en distintas competiciones de carros.

En futuro el metanol pudiera ganar popularidad como elemento base para la producción de hidrógeno. Muchas marcas están investigando con automóviles propulsados con celdas de combustible y convertidores de metanol.

Hidrógeno

El hidrógeno seguramente jugará el papel más importante en los años futuros. Se puede obtener en grandes cantidades de fuentes renovables y en prácticamente cualquier parte del mundo. La factibilidad en su uso ya se ha demostrado en motores de combustión interna y es la materia prima para hacer funcionar las celdas de combustible.

El problema del hidrógeno está en su transportación y almacenamiento, pues se trata de un gas altamente explosivo y se tiene que almacenar a presiones elevadas y temperaturas criogénicas (más de 40 grados bajo cero).

La preocupación principal de los vehículos equipados con tanques de hidrógeno son las fugas en el sistema. Se requieren de una gran cantidad de sensores colocados en lugares estratégicos para monitorear la concentración de este gas y evitar situaciones peligrosas. Lo mismo aplica en los talleres de mantenimiento y reparación, que requieren de un sistema de ventilación especial y equipamientos específicos para su mantenimiento seguro.

En cuanto al uso en automóviles, el peligro más latente está en el caso de una colisión. Aún las garantías de expertos que aseguran que dado el tipo de construcción y las presiones que soportan los tanques de hidrógeno es muy poco probable que se puedan crear situaciones de peligro, en una eventual situación negativa con fuga de hidrógeno la situación sería sumamente alarmante.

Gas Natural y LP

El gas natural es una fuente de energía alterna fácilmente producible y que bien podría sustituir el petróleo. También el gas natural se puede obtener de materia (basura) en descomposición. Tiene una combustión más limpia que la gasolina o el diesel. Ese tipo de combustible natural tiene que ser presurizado a niveles de 3.000 a 3.600 psi. Hoy en día algunos fabricantes automotrices ya ofrecen autos con motores y sistemas que funcionan a gas natural en sus gamas.

Los vehículos de gas LP (en algunos países propano y en otros butano) ya son bastante comunes. Es una conversión sencilla que la mayoría de las veces se instala como accesorio en los motores de gasolina.

El proceso de combustión del gas LP es más limpio que el de la gasolina y consecuentemente produce menos contaminantes. De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos, se ha demostrado que un vehículo de gas puede reducir en hasta un 98% los contaminantes tóxicos emitidos.

En el caso del gas LP, el gas está en forma líquida en tanques en un rango de presión de 20 a 150 psi.