La comisión que sirvió como testigo de la negociación entre los médicos y el Gobierno consideró ayer preocupante la falta de entendimiento y las fisuras que se han generado entre las partes, las considera peligrosas para la estabilidad del sistema de salud y dice que es un atentado contra el diálogo civilizado.
Los doctores Julio Amado Castaños Guzmán, José Joaquín Puello y monseñor Jesús Castro expresaron su posición en un documento entregado a la prensa.
En ese sentido, los mediadores hacen un llamado público a las partes en conflicto, y si ellos lo aceptan, se mantienen en la disposición y voluntad de volver a la mesa del diálogo en la búsqueda de la paz y la concertación con el propósito de evitar una crisis de mayor impacto, la cual está afectando directamente a los pacientes que buscan servicios en los hospitales del Estado.
Es imperativo y racional que sean retomados los puntos en conflicto y se llegue a un entendimiento y se haga un compromiso de buscar una salida en un ambiente civilizado y de respeto, aseguran los mediadores en un documento.

Se refieren a las denuncias del Colegio Médico Dominicano (CMD) de que el Gobierno ha incumplido los acuerdos firmados el 12 de octubre del 2016 en lo que concierne al aumento de salarios a los profesionales que pertenecen al Servicio Nacional de Salud y al Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).
Preocupados. El tema del aumento se ha convertido en el punto central del actual conflicto, está generando una brecha preocupante entre las partes lo cual ya ha empezado a producir fisuras peligrosas para la estabilidad del sistema de salud atentando contra el diálogo civilizado y la búsqueda de una solución, insisten. “Sin entrar en consideraciones, ni asumiendo posiciones interesadas, fuimos testigos presenciales de las discusiones llevadas a cabo de todos los puntos y acuerdos que se recogen en el documento final”, asegura el documento entregado al director de Hoy, Bienvenido Álvarez Vega.
Analizan que en lo concerniente al aumento salarial discutido, la redacción que daba por sentado los incrementos a ejecutarse en dos partidas distintas, existe evidentemente una debilidad interpretativa en la redacción del texto.
Eso implica que queda a merced del interés particular de las partes, situación que está sirviendo de argumento para la confrontación y los reclamos.