Cómo convertirse en accionista con financiamiento colectivo

Cómo convertirse en accionista con financiamiento colectivo

Invertir solía parecer un negocio hermético: la prerrogativa de una élite adinerada y privilegiada que conservaba las oportunidades empresariales para sí misma.

Ahora la tecnología ha abierto de un golpe las puertas y ha dado a todos, no sólo a los inversores profesionales y a las grandes instituciones, una oportunidad de participar en la acción.

Pero ¿podrán los aspirantes a convertirse en otro Warren Buffett establecerse en internet y comprar acciones de start-ups y compañías emergentes por US$16?

Aunque existe la posibilidad de que puedas apoyar al próximo Google, Apple o Facebook, también hay un alto riesgo de que puedas terminar perdiendo todo tu dinero.

En la boca del lobo

Este es el mundo del crowd investing (inversión colectiva), también llamado financiación colectiva de acciones.

Nos sentimos apasionados con la democratización de la inversión. Deseamos abrir las cosas para la gente común y corriente. La inversión es muy elitista

La diferencia con otras formas de financiación colectiva es que no estás prestando dinero a cambio de un interés en el préstamo, ni donando fondos a cambio de una recompensa o un beneficio. En realidad lo que estás haciendo es comprar una porción de la compañía.

Típicamente, las empresas que buscan una inyección de efectivo publican en internet sus planes de negocios, incluido cuánto esperan obtener, qué porcentaje de su empresa están dispuestos a vender y a qué precio.

Es como si se tratara de meterse en una «boca del lobo» en internet en la que están presentes cientos de inversores en lugar de un puñado de lobos.

Si las compañías no alcanzan sus metas de financiación, no obtendrán nada.

Esto se ha vuelto cada vez más popular a medida que la confianza en las transacciones financieras en internet se incrementan y los reguladores financieros en todo el mundo comienzan a relajar las normas que gobiernan quiénes pueden invertir.

Aderezos para ensalada Righteous
La compañía de aderezos Righteous logró recaudar US$350.000 a través de Crowdcube.

Plataformas en línea como Crowdcube, Seedrs, InvestingZone y SyndicateRoom en Reino Unido, y Crowdfunder y CircleUp en Estados Unidos, han logrado exitosamente casar a inversores con compañías que buscan financiamiento.

Según la organización de beneficiencia Nesta, que impulsa la innovación, casi 30 plataformas británicas de inversión colectiva de acciones han obtenido hasta ahora US$160 millones, pero este joven mercado está experimentando «un crecimiento de 201% año tras año».

En Estados Unidos, donde la inversión aún está restringida a individuos de altos ingresos o «inversores acreditados», la compañía de investigación Massolution calcula que el mercado de financiación colectiva vale en total más de US$5.000 millones.

Democratización

«Nos sentimos apasionados con la democratización de la inversión» dice Luke Lang, cofundador de Crowdcube, una plataforma de inversión colectiva de acciones lanzada en 2011.

«Deseamos abrir las cosas para la gente común y corriente. La inversión es muy elitista».

Los más de 100.000 inversores registrados de Crowdcube han invertido hasta ahora US$70 millones en 160 empresas. A pesar de que la inversión típica es de US$4.600, las cantidades comprometidas varían desde US$16 a US$620.000, dice.

«Hemos logrado hacer que la inversión sea más accesible y asequible» agrega.

Luke Lang, cofundador de Crowdcube
Luke Lang, cofundador de Crowdcube ha recaudado US$2,6 millones a través de esa plataforma de financiación colectiva.

Por su parte, Jean Miller, presidenta ejecutiva de InvestingZone, afirma: «la inversión colectiva permite a la gente tener una participación más activa en sus propias inversiones».

«Una vez que te registras y descargas nuestra app puedes revisar la lista de inversiones, descargar los planes de negocios, plantear preguntas, hablar con los fundadores directamente por medio de los webinars (conferencias web) y compartir ideas con otros inversores a través de los foros en línea» agrega.

«Es como codearse virtualmente con la gente. Tu voz tiene más fuerza y tus acciones incluyen derechos de voto».

Y mientras las formas tradicionales de inversión, como los fondos y títulos de valores comprados con corredores, conllevan cobros por administración y transacción, «la compra de acciones por medio de nuestra plataforma no le cuesta nada al inversor», afirma Miller.

Alto riesgo

Las firmas se benefician porque tienen acceso a financiación que no podrían conseguir en otra parte.

Por ejemplo, la compañía de aderezos para ensalada Righteous no podía conseguir un fondo en los bancos pero logró obtener US$117.000 en CrowdCube para pagar una campaña publicitaria en televisión.

Esto generó mucho interés en Estados Unidos así que la empresa logró reunir otros US$230.000 para ayudar a expandir la producción y cumplir con sus nuevas órdenes.

Valores accionarios
Uno de los riesgos de la inversión colectiva es que no hay un mercado accesible para vender los títulos.

Pero la Autoridad para la Conducta Financiera (FCA) en Reino Unido ha emitido advertencias firmes sobre la financiación colectiva de acciones.

«Consideramos que, en particular, la financiación colectiva basada en inversiones es una actividad de inversión de alto riesgo» dice su sitio web.

«Es muy probable que pierdas todo tu dinero. La mayoría de las inversiones son en acciones o títulos de deuda en compañías start-up y resultarán en una pérdida de 100% capital debido a que la mayoría de las start-up fracasan».

También existe el riesgo de que tu inversión inicial se vea fuertemente rebajada si la compañía emite muchas acciones nuevas en rondas subsecuentes de inversión.

Pero una investigación de Nesta sugiere que la opinión de la FCA podría ser excesivamente sombría.

«Cuando aseguran una financiación, 47% de los recaudadores de fondos incrementan sus ganancias, 70% logran incrementar sus ventas y 60% contratan nuevos empleados» dice el informe.

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