Cómo definir la República Dominicana

Cómo definir la República Dominicana

Si a usted le preguntan cómo definir a su propio país, ¿que respondería? Comencemos con el hecho de que vivimos en una isla compartida por dos países. Una parte, la nuestra, se ve desde el cielo más verde, más cultivada, más edificada y más pomposa. La otra está más desértica, menos edificada y más empobrecida.
Nuestra gente es prevalecientemente mestiza y la del otro lado prevalecientemente afrocaribeño de tez más oscura. El número de habitantes es muy parecido. Aquí viven unos 700 mil ciudadanos provenientes del país vecino.
Nuestro país esta extremadamente politizado y con un gobierno que controla casi todos los poderes del Estado. La economía depende en gran medida de un gasto público de mala calidad, del proselitismo generalizado, del endeudamiento público excesivo, de ciento de miles de empleos públicos, mayormente improductivosy del robo público extendido.
La justicia sufre de estrés post traumático y el Congreso es un puro relajo. La impunidad es ley.
La economía crece bien, pero la alta concentración del ingreso impide que esos beneficios lleguen a los pobres.
La alta pobreza urbana es visible en los cordones de miseria que rodean a las grandes ciudades. La rural es generalizada porque el agricultor es pobre por definición.
Los pobres en su mayoría no pagan luz, no tienen agua potable, usan letrinas y sus calles son lodazales cuando llueve. Es una pobreza dura porque si la medimos con la pobreza de los países desarrollados entonces los pobres nuestros se duplicarían ya que hasta la clase media baja vive en peores condiciones que un pobre en Estados Unidos.
La salud es un desastre con una altísima mortalidad infantil. La deserción escolar prevalece sobre los que continúan sus estudios y la calidad de la enseñanza es deprimente.
Gracias a las remesas de más de un millón de dominicanos que viven en el exterior muchos pobres pueden comer o vestirse.
El caos es característico en el tránsito urbano y en los lugares públicos, la gente se parquea donde le da la gana, tira la basura donde le plazca o se orinan en cualquier esquina. Nadie quiere hacer fila y todos buscan un amigo que lo favorezca, llamando pendejo al que trata de ser civilizado.
Los cientos de miles de motores que circulan en las ciudades representan un peligro público por sus acrobacias callejeras y muchos no llevan casco protector, ni licencia de conducir o una placa que los identifique.
Las bancas de apuesta están en cada rincón del país. Los más humildes gastan parte importante de su dinero probando suerte desde la mañana hasta la noche.
Siete de cada diez personas ha sido objeto de robo, secuestro, asalto o asesinato.
Finalmente, el país también está dividido internamente. Una gran parte es lo que describimos más arriba y la otra son las zonas turísticas del este, norte y nordeste del país donde el orden y cierto saneamiento prevalecen. Y es precisamente el turismo el pilar más importante de la economía dominicana.