Algunas niñas no ven la hora de tener su primera menstruación, mientras que a otras este tema les genera temor o ansiedad. Esta es una etapa en la que sienten mucha confusión e incomodidad y  les toma tiempo acostumbrarse al hecho de que su cuerpo está enfrentando cambios, pero en la que definitivamente el papel de los padres, sobre todo el de la madre, es esencial para tranquilizarlas y darle la confianza que necesitan” asegura la psicoterapeuta infanto-juvenil Natalia Nin.

Aunque la mayoría de las niñas tienen su primer periodo entre los 11 y 13 años de edad, este puede iniciar en cualquier momento entre los 9 y 16 años.

El primer periodo menstrual se conoce como “menarquia” y este no aparece hasta que todas las partes del aparato reproductor de una niña están maduras y funcionan en conjunto.

Es importante tomar en cuenta que el ciclo menstrual  es un ciclo continuo de 28 días en su vida, que la capacita para tener hijos.  

Se pueden ir detectando pistas importantes, que permitirá, tanto a los padres como a las hijas, darse cuenta de que la llegada del primer periodo menstrual está cerca: el desarrollo de los pechos, el crecimiento del vello en la zona púbica, el crecimiento de la estatura y los pies, ensanchamiento de sus curvas, etc. 

El primer periodo llega casi un año después de haber comenzado el “estirón” y aproximadamente dos años después de haber comenzado el desarrollo de los pechos.  “En nuestra cultura se conoce como “hacerse señorita” cuando una niña menstrúa por primera vez. Con la llegada de la menstruación  inicia también una nueva etapa de madurez, no solo desde la parte biológica (el cuerpo) sino  también desde lo psicológico y social” sostiene  Nin.

No es algo negativo. Para muchas mujeres esto representa un acontecimiento doloroso, que les produce malestar emocional y de esta manera lo transmiten a sus hijas.

“Si los padres, en especial las madres, ven el periodo menstrual como algo negativo, esa será la percepción que le pasarán a sus hijas, y probablemente no podrán vivir sus cambios físicos como algo normal y saludable” asegura Nin. 

Consejos a tener en cuenta. No se debe esperar la llegada de la primera menstruación para hablar sobre este tema. Puede ser provechoso que en las escuelas los padres participen de forma activa en la educación general y sexual de sus hijas, sin dejar esta tarea únicamente a los profesores.

 Una vez  su hija comience a menstruar, necesitará usar toallas sanitarias que absorban el flujo sanguíneo. Es probable que deba utilizar varios tipos de toalla para encontrar la que mejor se ajuste a su cuerpo y necesidad. La marca Always, cuenta con una variada gama de toallas higiénicas para cada gusto y ocasión como: Always Ultra Thin (ultra finas), y Always Maxi, con diferentes categorías para: flujo regular, flujo abundante, “overnight” y súper máxima protección.

Antes de que llegue la primera menstruación, las niñas y jovencitas empezarán a experimentar secreción vaginal, por lo que los protectores diarios de Always pueden ser grandes aliados para proteger la ropa interior de sus hijas y hacerlas  sentir cómodas.

 Es bueno que tanto los padres como las hijas entren a páginas web como www.always.com donde pueden educarse y recibir instrucciones de profesionales en este tema.