El Día del Maestro, en esta ocasión, se cumple en presencia de retos y procesos significativos por el desafío que ha significado destinar mucho más recursos a la enseñanza en contraste con lo que el Estado hacía anteriormente. Esto, lógicamente no puede limitarse a construir y construir y poner escuelas por muchos sitios. A ello se está sumando el fortalecer al profesor en su capacidad de impartir docencia; liberarle de las restricciones emocionales que la insuficiencia de ingresos pueda depararle. Descargarle del exceso de trabajo para preservar la calidad de su función y para que disponga de tiempo tras la jornada ordinaria para crecer profesionalmente y asumir responsabilidades personales.

Buena parte de la dignificación del educador depende de su disposición para superarse y de su compromiso con los objetivos de la educación. Cabe pretender también que el oficio magisterial permita arribar al disfrute de pensiones dignas; que no signifiquen pasar de ganar poco en la vida activa a recibir menos en la condición de retirado. En este país pretende ignorarse con insensibilidad que la vejez suele ameritar mayores gastos para sobrevivir sorteando achaques propios de la vejez o necesitando atenciones especiales en el hogar por crecientes incapacidades para valerse por sí mismo. Debe instituirse un programa social de atención personalizada que vele por el bienestar de meritorios ex servidores mientras vida tengan.

 Completar Plan a lo máximo

República Dominicana está en vías de demostrar que ha actuado por la vía correcta y de buena fe para regularizar a inmigrantes en su territorio. Con la restitución de derechos a la nacionalidad de un gran colectivo haitiano y sus descendientes, una gran verdad cobra presencia. Queda ahora acercarse con éxito a la meta final de regularizar a quienes buscan estatus de residentes y deben completar trámites.

Se ha dicho que algunos requisitos resultan excesivos para gente de bajos ingresos y poca escolaridad afectada además por la incapacidad de Haití de proveerles documentos. Legalizarlos gratis ha sido costoso para el Estado y para asegurar el máximo resultado de ese sacrificio procedería liberar aspirantes de una que otra certificación engorrosa. Serviría para restar argumentos a quienes escandalizan contra el país.