Hoy 
El Obispado de Higüey y el Banco Popular Dominicano presentaron su tradicional Concierto Altagraciano, en la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia.
POR CAROLIN GUZMÁN
Higüey.- Las tradiciones son valores que persisten en una sociedad, constituyen su cimiento más sólido cuando el pueblo las respalda y las preserva como propias, permitiendo la consolidación de su cultura, costumbres y creencias.
Como una forma de contribuir a la celebración del culto a la madre espiritual de los dominicanos y al afianzamiento de los valores cristianos en el país, el Obispado de Higüey y el Banco Popular Dominicano presentaron su tradicional Concierto Altagraciano, en la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia.
Previo al concierto, el obispo de Higüey, monseñor Gregorio Nicanor Peña, ofreció un coctel en la sede del Obispado, al que asistieron destacadas personalidades encabezadas por Alejandro E. Grullón, presidente de la Comisión de Remozamiento y Mantenimiento de la Basílica y del Consejo de Directores del Grupo Popular y su esposa Melba Segura de Grullón; así como autoridades civiles y militares de la región Este del país, empresarios, funcionarios y clientes de la institución bancaria.
Durante el encuentro que tuvo más de una hora de duración, monseñor Gregorio Nicanor Peña, agradeció al Banco Popular por sus aportes al arte, la cultura y a la devoción altagraciana de los dominicanos.
La ocasión fue propicia para dedicar unos minutos de oración en intención de la pronta recuperación de su Eminencia Reverendísima Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez.
Los jardines de la residencia del monseñor Gregorio Nicanor Peña estuvo decorada con arreglos de lirios en varios colores montados en bases de cristal que en su interior contenían frutas.
Los asistentes al encuentro disfrutaron de una variedad de bocadillos servidos en bandeja, acompañado de un brindis de vinos; ambiente en el que además se disfrutó una exquisita selección de música instrumental.
Concierto
El concierto inició a las 8:00 de la noche, con la presencia de cientos de personas que se congregaron en el interior de la Basílica a disfrutar de un programa musical interpretado por la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigido por el maestro Julio De Windt. Además de la participación del violinista Pavle Vucjcic y el saxofonista Remy Vargas.
El espectáculo inició con la Obertura de la ópera «Los Maestros Cantores de Nuremberg», pieza de Richard Wagner en la que se canta la vida de los artesanos trovadores característicos de Alemania medieval.
Continuó con «Invierno» en Fa menor, Opus 8 de «Las Cuatro Estaciones», obra de Vivaldi que fue bautizada por el autor como la competencia entre la armonía y la invención.
«Serenata», para violín y orquesta del maestro dominicano Bienvenido Bustamente, puso la elegante nota criolla, para luego continuar con la obra «Martisola Hora», una de las piezas más populares del violinista Grigoras Dinicu, de origen gitano.
El evento culminó con la interpretación de Concierto para saxofón alto y orquesta en Do menor «Allego Moderato: tempo de merengue, también de Bienvenido Bustamente.
Concluido el concierto el público se puso de pie y aplaudió con gran entusiasmo la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional. Las emociones no contenidas permitieron que algunas personas del público exclamaran: ¡Bravo, bravo!.
El acto en honor a la Virgen de la Altagracia constituyó la décima entrega de este evento anual, que se inscribe dentro del programa de conciertos que celebra la diócesis de Higüey en su honor.
