Washington – El Congreso estadounidense dejó escapar una «oportunidad crucial» de dotar a Puerto Rico de herramientas para enfrentar su crisis fiscal al aprobar el presupuesto de 2016, afirmó este viernes el secretario del Tesoro, Jacob Lew.

La declaración de Lew se conoció poco después de que el Congreso aprobara la enorme ley que financia al Estado federal para el ejercicio fiscal de 2016, pero que no hace siquiera mención de las dificultades económicas que Puerto Rico enfrenta actualmente.

Hundido en la recesión, Puerto Rico arrastra una deuda abrumadora de más de 70.000 millones de dólares, que busca desesperadamente renegociar para evitar una quiebra. En octubre el gobierno estadounidense presentó al Congreso un plan que preveía dotar al territorio asociado de la posibilidad legal de reestructurar su deuda.

«Toda solución debe prever una supervisión independiente y un proceso ordenado para reestructurar esa deuda», señaló Lew. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, había reconocido el miércoles que no fue posible alcanzar una acuerdo para introducir un instrumento en el presupuesto de 2016. Sin embargo, orientó a una de las comisiones del Congreso de buscar una «solución responsable» hasta el fin de marzo.

A principios de diciembre, el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, había lanzado un «llamado de urgencia» al Congreso estadounidense para que elabore una solución que el territorio no sea obligado a declararse en cese de pagos.