CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Pregunta del lector: Tengo 22 años. Me di cuenta que mi papá le estaba siendo infiel a mi mamá. Ella comenzó a averiguar porque se daba cuenta. Él había cambiado mucho, no paraba en la casa. Comenzó a vestirse como nosotros. Yo investigué y me di cuenta de todo. No le dije nada a mi madre, pero no evité que ella lo descubriera. Ahora siento mucha culpa. Me siento mal porque por mí se divorciaron. Quizás debí hablar con él primero. ¿Qué me aconseja?

Respuesta de la terapeuta: Los hijos no son responsables de la separación de los padres. Usted no tuvo ninguna responsabilidad en la conducta de su padre y mucho menos en la de su madre.

Le sugiero diferencie dos situaciones. Primero, el sentido de responsabilidad y el sentido de la culpa. Segundo, de quién es problema de sus padres o suyo.

¿Cuál era el sentido de responsabilidad de su padre frente a su pareja y ustedes?

¿Qué implicaciones traía la conducta de infidelidad de su padre a la familia? Fíjese que hasta usted estaba desesperado por saber qué estaba ocurriendo con él, que sentía la necesidad de investigar.

Ver a su madre con la misma preocupación permitió que esta se diera cuenta y enfrentara la situación.

Si hubiese hablado con su padre, quizás no hubiese impedido que siguiera con su conducta de infidelidad. Probablemente él buscaría una alianza silenciosa entre ambos. Los sistemas familiares tienden a organizarse de esta forma para preservar la familia.

Intente separar la culpa de su sentido de responsabilidad. No ocultar la conducta del padre fue una forma de que su madre se diera cuenta y que ambos enfrentaran la situación. Su decisión fue tomada con responsabilidad. Mantener un secreto tóxico enferma emocionalmente a la familia.

Usted cumplió con su cuota de responsabilidad. Luego, sus padres asumieron su realidad. Ambos intentaron estar juntos, pero no fue posible.

Culparse no serviría de nada, solo le crearía malestar emocional con sentimientos de tristeza.

Sus padres decidieron responsablemente tomar la decisión que entendieron más atinada.

Piense que usted actuó con responsabilidad y dejó que las cosas fluyeran hasta que todo se develara y la familia tomara un nuevo rumbo.

Usted no tiene la culpa de la conducta de sus padres.

Usted fue responsable. Siéntase bien consigo mismo.

Jugó un rol importante en la familia. Les ayudó a decidir.

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