CONSULTORIO DE FAMILIA

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Pregunta de la lectora: Soy madre soltera. Declaré a mi hija para gestionar unos papeles de viaje. ¿En qué afecta esto a mi hija? ¿Qué debería de hacer?

Respuesta de la terapeuta: Lo importante es que su hija tenga sus documentos en orden, como el acta de nacimiento que la valida como persona que existe. Además, legalmente puede adquirir otros documentos como seguro médico, aceptación en el sistema educativo, entre otros.

Lo importante es que la niña tenga sus documentos sin tomar en cuenta quién la declare.

Al consultar a la abogada Dilia Leticia Jorge Mera, especialista en Derecho de Familia, nos indica que usted puede declarar a su hija. De manera que, desde el aspecto legal, no presentará ningún inconveniente.

Desde el punto de vista psicológico no tendría por qué convertirse en un problema. Todo dependerá de la importancia que usted le asigne al hecho.

Los hijos, desde muy temprana edad, tienen su representación mental de los padres a través de las experiencias vividas con cada uno. De manera que, si no está presente ni física ni emocionalmente el padre, ella no tendrá en su representación mental a esa persona como figura de amor, cuidado, seguridad y confianza.

Si usted se constituye en una madre segura y de confianza a través de sus habilidades y competencias marentales, la niña podrá crecer y desarrollarse física y emocionalmente.

La crianza bientratante es la que garantiza la salud emocional de las criaturas. Incluso hay niñas y niños que son criados por otras figuras significativas como son los abuelos competentes y habilidosos en la etapa de desarrollo que se encuentran, pudiendo desempeñar las tareas parentales.

Sus temores e inseguridades sí pueden afectar a su hija, sobre todo si le transmite su ansiedad en torno a la figura del padre ausente.

Si esta es la realidad, como tal tiene que ser enfrentada y lo puede hacer satisfactoriamente si comprende que la ausencia del padre no tiene por qué ser catastrófica.

Tendrá la oportunidad de explicarle a la niña por qué lleva su apellido y no el del padre cuando ella pregunte. Aprenderá de su entorno observando que hay otros niños con apellidos de los padres, pero que no conviven junto a ellos.

Su hija incorporará en su imaginario aquello que usted le transmita.

Asegure ser una madre bientratante y con buen sentido de la vida.

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