CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Soraya Lara de Mármol

Pregunta de la lectora: Me he quedado sola. Toda mi familia vive fuera del país. La distancia nos ha separado, a pesar de que nos comunicamos gracias a la tecnología, pero no es lo mismo. Sé que nos queremos, pero no dejo de reconocer que a veces me siento deprimida. Saber que tengo una familia pero que no forma parte de mi día a día me afecta. ¿Qué me puede usted recomendar para sentirme mejor?

Respuesta de la terapeuta: La realidad que usted plantea suele repetirse en situaciones similares en otras personas. Nos encontramos con familias que se separan por emigración, por activación de conflictos acumulados no resueltos o porque hay que mudarse dado a un nuevo empleo.

Distintos motivos separan o alejan, no tan solo geográficamente, si no emocionalmente. Sentirse desconectada de la familia puede resultar doloroso, pero no necesariamente traumático. La capacidad que posee cada persona para reinventar la vida sin convertirla en un tormento, favorecerá a mantener una actitud positiva hacia sí misma.

La actitud frente a la vida dependerá de las circunstancias, vínculos afectivos establecidos y personas significativas de su entorno que han formado parte de su historia y que le han servido de eslabón para que usted se sienta fortalecida. Las circunstancias determinan cómo se vivirá en un momento determinado y no las podemos cambiar, pero sí tener una actitud firme y creativa para afrontarlas.

Personas en situaciones similares han buscado familias sustitutas o amistades confiables que les sirvan de acogimiento, apoyo y compañía. No se lamentan por lo que perdieron sino que celebran lo que tienen. La actitud es fundamental en los procesos adversos. Se puede transformar lo que está pasando en el ahora, no las circunstancias pasadas. Construir en el aquí y el ahora es lo que representa una garantía de estabilidad y bienestar sobre la base de lo que se es.

Comprender el momento que le ha tocado vivir, establecer nuevos vínculos afectivos y de confianza le servirán de engranaje para mantenerse sobre base segura. Se dará cuenta de que tener una red de apoyo social es suficiente para seguir sus pasos por la vida sintiéndose bien consigo misma. Pensar que no está con su familia y entristecerse por ello, no hará más que mantener activo ese sentimiento. Mantenga activos los buenos recuerdos y resalte lo que tiene, así su sensación de bienestar aumenta.

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