CONSULTORIO DE FAMILIA. ¿Es posible que aprenda a sentirme diferente?

CONSULTORIO DE FAMILIA. ¿Es posible que aprenda a sentirme diferente?

Pregunta de la lectora: He decidido en este nuevo año superar la tristeza que ha estado acompañándome por años. Me he sentido así desde que mis padres se separaron. Veo las fotos de esta etapa y me doy cuenta de que tengo el rostro triste. Ya no quiero sentirme así. ¿Es posible que aprenda a sentirme diferente?

Respuesta de la terapeuta: Su actitud es acertada. Procurar las sensaciones agradables la harán sentir bienestar, e incluso las relaciones con los demás mejorarán sustancialmente.
Las personas pueden pasar por procesos emocionales impactantes en alguna etapa de la vida que pueden dejar huellas profundas de tristeza, quizás porque en ese período no contaban con las herramientas necesarias para superar el evento y las circunstancias que les rodearon.
Quedarse anclada en esa etapa no hace más que mantenerla regurgitando el pasado como si fuera el presente.
La actitud o disposición de su ánimo es fundamental en este momento de toma de decisión porque determina de qué manera reaccionará cuando aparezcan los pensamientos y sensaciones emocionales.
Podrá sentirse mejor con usted misma y su capacidad de dar respuestas positivas se incrementará. En principio, cuando aparezcan los pensamientos de desánimo, verá que el esfuerzo para introducir un pensamiento del aquí y el ahora le permitirá valorarlo. Tome en cuenta aquello que pueda resaltar positivo.
Observe lo agradable de su entorno, sus últimos logros y las cualidades que le agradan. Piense sobre la última acción o comportamiento que le hizo sentir bien.
Hay que desaprender la tristeza que no pertenece al presente. Si aparece no luche contra ella, déjela pasar, una vez identificada sustitúyala. No dé vueltas en el pasado. Suba el ancla y navegue hacia el bienestar que está a su lado y ha dejado de ver por la nube entristecida del pasado.
Haga suya la resiliencia, esa capacidad de aprender de las experiencias y ajustarse a las nuevas circunstancias constructivamente.
La resiliencia es en un estilo de vida, se ha constituido en una forma de encarar las circunstancias desalentadoras, de dolor y sufrimiento.
Esto no quiere decir que no exista el permiso para sentirse triste o frustrada en algún momento de su vida. La referencia es: asumirlas en el momento, pero no quedarse en ellas revolcándose en el malestar. Es afrontarlas y superarlas para sentirse bien.
Comprométase a superar aquello que no puede cambiar.
Sonría a la vida.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas