CONSULTORIO DE FAMILIA

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Pregunta de la lectora: Mi hija dice que alguien la violó. No dice quién. Le hice un examen ginecológico, no hay señales de daño físico. La llevé a una psicóloga, a quien expresó en la evaluación psicológica que se quiere morir. Hay indicadores de ansiedad importantes y confusión respecto a la sexualidad. Últimamente habla mucho de temas sexuales. No sé si está mintiendo. ¿Qué me recomienda?
Respuesta de la terapeuta: Cuando las niñas o niños hablan acerca de violación o abuso sexual hay que prestarles atención y buscarles ayuda. Muy rara vez mienten.
La niña no tiene edad suficiente para diferenciar entre violación sexual y abuso sexual. Ambas son transgresiones sexuales. El cuerpo fue tocado y usado para el placer sexual de un adulto, creándole incomodidad y malestar emocional, ya que se da cuenta de que no le gusta lo que le están haciendo.
La primera fase del abuso es convencer a la niña a través de regalos: dulces, juguetes y objetos de interés para ganar confianza. La segunda fase es cometer el hecho y decirle que no lo cuente. Además, amenazar si lo dice, para imponer el silencio.
A pesar de las acciones coercitivas que impone el abusador o violador, la niña muestra comportamientos que evidencian que algo le sucede.
Hablar de temas sexuales, mostrar interés o curiosidad por temas sexuales son indicadores a tomar en cuenta. Igualmente, puede ocurrir lo contrario, mostrar rechazo o asco hacia estos temas. Pensar sobre la situación activa la reexperimentación del hecho.
Aparecen expresiones de sentimientos de tristeza, irritabilidad, hostilidad, cambios en la forma de alimentación, inquietud, hipersensibilidad, trastorno del sueño, pesadillas y conductas de aislamiento aparecen.
Si se trata de una persona cercana y de confianza, como es en la mayoría de los casos, el impacto emocional podría ser severo. Una vez impuesto el silencio, es probable que el abusador siga cometiendo el hecho. Peor aún, seguir conviviendo con el abusador o seguir viendo al familiar, vecino o maestro.
La gravedad del malestar aumenta al no poder expresar lo ocurrido por miedo o por temor a no ser creída. Por eso, que manifiesta lo ocurrido a través de conductas o emociones, no con palabras que describen el hecho.
Es una experiencia traumática por lo que urge buscar atención especializada.
Hablar sobre lo ocurrido en un contexto de confianza y de seguridad es fundamental para su recuperación.

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