CONSULTORIO DE FAMILIA

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Pregunta de la lectora: He tenido la desagradable experiencia con mi pareja de que cuando tenemos algún problema y debemos conversar lo hace de manera indirecta. Muchas veces no me deja hablar, me ataca y me hace sentir culpable de lo que pasa. Esto me altera y me confunde. Se lo he dicho pero no me hace caso. ¿Qué consecuencias puede traer esto a la relación?

Respuesta de la terapeuta: La comunicación es esencial para la pareja. El diálogo impreciso y poco claro confunde.
Comunicar no solo implica transmitir una idea, un desacuerdo o preocupaciones, es también, la transmisión afectiva de lo que se quiere decir. Se dice con palabras y emociones aquello que se quiere transmitir, de manera que esta puede estar influenciado por la reacción emocional del que escucha e interpreta.
En cada diálogo muchas personas pueden quedar atrapadas en la subjetividad. Las experiencias personales anteriores que marcan un estilo y un significado, en consecuencia, pueden perderse en el componente de la subjetividad.
Es importante preguntar con el objetivo de aclarar dudas o interpretaciones que se alejen, posiblemente, de lo que verdaderamente se quiere comunicar.
Existen diversos mecanismos interruptores de la comunicación que afectan considerablemente la relación de pareja, porque desvían el verdadero sentido o bloquean al interlocutor para que continúe espontáneamente hablando.
Estos interruptores van desde el silencio, cambio de tema, dejar a la persona hablando, ignorar intencionalmente lo que la pareja dice o el hablar entre dientes sin la posibilidad de ser escuchado y negar aquello que se le plantea como problema no asumiendo su cuota de responsabilidad.
A largo plazo esto incide en la acumulación de conflictos no resueltos, situación que los agrava, y la pareja asume posturas rígidas a la hora de afrontarlos. Es justo cuando llega el momento de darse por vencidos o de buscar a una tercera persona para que incida en la solución.
La forma más efectiva y congruente es que ambos comprendan que son los responsables de deponer las actitudes personales y aprender a escucharse sin elevar las defensas ni levantar un historial de problemas.
Hay que identificar la situación por resolver y enfocarse solo en ella; evitar pensar que el otro quiere atacar, sino más bien expresar su punto de vista y el malestar que siente. Escuchar y procesar la información es fundamental para dar respuestas para que faciliten el diálogo.

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